Un hombre se hizo pasar por transgénero y violó a una reclusa en la cárcel de Rikers Island

De acuerdo con la demanda, la mujer presentó quejas al personal del Departamento Correccional, pero estas fueron sistemáticamente ignoradas.

Una exprisionera de la cárcel de Rikers Island presentó una demanda contra la ciudad de Nueva York alegando que fue víctima de violación por parte de un recluso que se hacía pasar por una persona transgénero.

Según la demanda, la mujer identificada únicamente como Rose Doe tenía 21 años cuando sufrió agresiones sexuales por parte de un hombre heterosexual que se hacía pasar por transgénero para poder quedarse con las mujeres.

"Su presentación fue: 'No soy transgénero. Soy heterosexual. Me gustan las mujeres'", contó la mujer.

La denuncia detalla que el presunto agresor inició el acoso sexual poco después de su llegada y, en poco tiempo, empezó a perpetrar actos de violación. Doe afirma que realizó repetidas quejas al personal del Departamento Correccional (DOC), pero asegura que fue ignorada. De hecho, según la mujer, el DOC no solo pasó por alto sus denuncias, sino que supuestamente "le ordenó deliberadamente al prisionero que afirmara que era transgénero" para justificar su permanencia en el dormitorio femenino.

La investigación realizada por los abogados de Doe incluso expone que el presunto agresor ya estaba implicado en al menos cinco reclamaciones abiertas de la Ley de Eliminación de Violaciones en Prisión (PREA) al momento del traslado.

En el documento presentado en la Corte Suprema del Bronx,  Doe demanda tanto a la ciudad como a varios agentes del DOC, al director interino y otros funcionarios por negligencia e infracciones de derechos civiles, y alega en su denuncia que fue un blanco de represalias por parte de los oficiales penitenciarios, y que el personal de Rikers incumplió su deber de cuidado al no proporcionar de salud adecuados.

Asimismo, la denuncia hace mención específica de las oficiales penitenciarias Jennifer Cruz y Rashida King, por presuntamente haberse negado a sacar al agresor y a impedir que Doe recibiera la atención médica adecuada tras las agresiones.

De acuerdo con un reporte de NBC New York, los investigadores de la cárcel le enviaron una carta a Doe diciendo que no había "pruebas suficientes para tomar una determinación final sobre si el evento ocurrió o no".