El progresismo está intentando salvar a la presidente de Harvard Claudine Gay utilizando la vieja carta de la victimización radical. A pesar de su polémico testimonio antisemita ante el Congreso y las severas acusaciones por plagio en diferentes reportes de prensa, Gay cuenta con cierto respaldo de las organizaciones progresistas americanas, que aseguran que las críticas contra la académica forman parte de una campaña racista.
Por ejemplo, Derrick Johnson, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), dijo que los críticos de Gay estaban impulsando una agenda supremacista blanca.
También está el caso Nikole Hannah-Jones, autora progresista del polémico artículo “1619 Project”, quien aseveró que los ataques contra la presidente de Harvard son, en realidad, una campaña de propaganda contra “la equidad racial”.
No obstante, no todos están de acuerdo con las opiniones de Johnson y Hannah-Jones.
Winkfield Twyman Jr., un exprofesor de la Facultad de Derecho de California Western en San Diego y exprofesor de derecho y graduado de Harvard, escribió un artículo de opinión para la revista Newsweek donde aseguró que las críticas contra Gay son legítimas y que la defensa de los progresistas basándose en la raza es hipócrita, pues la propia académica, según Twyman Jr., “hizo carrera atacando a académicos negros”.
El exprofesor de Harvard recordó varios casos donde Gay, siendo presidente de Harvard, perjudicó la carrera de profesores negros.
Twyman Jr., por ejemplo, recordó que durante la gestión de Gay se concretó el polémico despido de Ronald S. Sullivan, Jr., quien era decano de la Facultad de Winthrop House y fue el primer decano negro de una facultad en la historia de Harvard.
“¿Cuál fue la ofensa del profesor Sullivan? Sullivan se dignó representar al deshonrado productor de cine Harvey Weinstein, un acto de conciencia moral, ya que todos tienen derecho a representación legal en nuestro sistema legal. Sin embargo, la conciencia jurídica no le importaba a Claudine Gay, quien despidió a un pionero racial por cumplir con su deber cívico”, escribió el profesor.
Según el autor, este caso no fue aislado, y mencionó el despido del profesor de economía Roland G. Fryer, Jr., un destacado profesor negro en Harvard.
“Cuando Fryer emprendió una investigación sobre los asesinatos de hombres negros desarmados en Houston, su investigación no encontró disparidades raciales. Cometió el error de socavar la narrativa racial que ha adoptado la izquierda y, como resultado, Gay hizo todo lo posible para eliminar todos sus privilegios académicos, coordinando una caza de brujas en su contra”, denunció Twyman Jr. “Fryer sobrevivió a la cruzada de Gay para obtener el alta, pero el laboratorio de Fryer fue cerrado y su reputación quedó empañada”.
Por ello, el exprofesor de Harvard se desmarca de las defensas raciales en favor de Gay. Él, como académico negro, le pide en su artículo de opinión a la izquierda progresista que no defienda a la presidente de Harvard usando la carta de la raza.
