El fabricante japonés Toyota llamó a revisión a casi 1,9 millones de vehículos debido a defectos en sus baterías, tan sólo una semana después de que su presidente, Akio Toyoda, arremetiera contra las medidas anti combustible —"regulaciones que se crean basadas en ideales" que acaban perjudicando a "los usuarios habituales"—.
Los automóviles afectados son algunos SUV RAV4, pertenecientes a los modelos lanzados entre 2013 y 2018. El problema es el tamaño de algunas baterías de 12 voltios, que al no tener las dimensiones adecuadas no se encuentran correctamente sujetadas. Por tanto, mientras el automóvil se desplaza la batería podría moverse, llegando a provocar un incendio.
"Toyota está preparando la solución", aseguró la empresa en un comunicado. "Cuando la solución esté disponible, los concesionarios Toyota sustituirán la abrazadera de sujeción de la batería, la bandeja de la batería y la cubierta del terminal positivo por otras mejoradas sin coste alguno para los propietarios. Para todos los vehículos implicados, Toyota notificará a los clientes a finales de diciembre de 2023".
Para comprobar si el vehículo es uno de los 1.854.000 afectados, los clientes pueden entrar en la página web de Toyota o de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras.
