El sectarismo de Harvard trae consecuencias: Ken Griffin cancela sus donaciones

"No me interesa apoyar a la institución", dijo uno de los mayores mecenas de la universidad. Es el último en tomar una decisión semejante.

El director ejecutivo de Citadel LLC, Ken Griffin, canceló su respaldo económico a la Universidad de Harvard después de que el centro educativo adoptase una posición partidista en asuntos como el antisemitismo creciente tras el comienzo del conflicto en Israel o las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).

"No... Y se lo he dejado claro a los miembros de la junta corporativa. No me interesa apoyar a la institución. [Harvard debe] retomar su papel de educar a jóvenes estadounidenses, hombres y mujeres, para que sean líderes y resuelvan problemas", respondió Griffin durante la conferencia de la Managed Funds Association, en declaraciones recogidas por Bloomberg, después de ser preguntado si continuaba obsequiando económicamente a la universidad.

El inversor aprovechó su comparecencia para dudar sobre si realmente Harvard y otras universidades que apadrinaron posiciones similares quieren cambiar o no sus políticas:

¿Hacia dónde vamos con la educación en las escuelas de élite de Estados Unidos? ¿O van a seguir perdiéndose en el desierto de las microagresiones y en una agenda DEI que no parece tener un verdadero objetivo final?

Griffin no es el primero que cancela sus donaciones

Educado en Harvard, Griffin se convirtió en uno de los megadonantes de la universidad. Desde que se graduó en 1989, invirtió, como mínimo, 450 millones de dólares en la institución de enseñanza, según publicó Forbes.

Con esta decisión, Griffin se suma a otros grandes mecenas que cancelaron sus donaciones, como Len Blavatnik -también exalumno del centro educativo-, quien llegó a donar, al menos, 270 millones de dólares.

También se incorporó a esta lista el multimillonario y exdirector ejecutivo de Victoria's Secret, Leslie Wexner. En octubre de 2023, tomó la determinación de cortar sus donaciones debido a un motivo muy concreto: la falta de condena de Harvard contra los atentados perpetrados por Hamás contra Israel. "Los dirigentes de Harvard pasaron de puntillas y se equivocaron. En ausencia de esta clara postura moral, hemos determinado que la Harvard Kennedy School y la Fundación Wexner ya no son socios compatibles. Nuestros valores fundamentales y los de Harvard ya no coinciden", firmó a través de un comunicado.

Harvard carece de libertad de expresión

Griffin fue muy claro a la hora de precisar cuáles eran sus argumentos para suspender sus donaciones. Unas razones que tienen un estrecho vínculo con el hecho de que Harvard obtuvo la peor puntuación de su historia en el ranking de libertad de expresión universitaria el pasado año.

La Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (FIRE) determinó, a través de un estudio, que el 52% del alumnado tuvo que callarse en una o más ocasiones para no sufrir consecuencias dentro de la institución. De ellos, los estudiantes conservadores fueron los más cancelados.