El juez que lleva el proceso de extorsión contra el expresidente Trump y otros 18 coacusados, Scott McAfee, anunció este viernes que se pronunciará en las próximas dos semanas sobre si la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, finalmente dejará o no el caso por una relación romántica “indebida” con un fiscal de alto rango.
Después de varios días de testimonios importantes, McAfee escuchó los argumentos finales de la defensa y la Fiscalía sobre si la relación de Willis con el fiscal especial Nathan Wade equivale a un conflicto de intereses “real” que debería obligarlos a abandonar el caso contra el expresidente Trump.
El caso, de hecho, marchaba en orden hasta que a principios de año varios coacusados, entre ellos Michael Roman, denunciaron a Willis por contratar al fiscal especial Wade mientras mantenían una relación sentimental desde supuestamente 2019.
A la acusación de Roman no solo se sumaron varios coacusados, sino también el equipo legal del expresidente Trump, quienes en conjunto arguyeron que Willis se benefició del salario estatal de Wade a través de lujosas vacaciones que tomaron juntos, una acción que constituiría un conflicto de intereses lo suficientemente serio para apartar a los fiscales del caso.
No obstante, tanto Willis como Wade han negado las acusaciones, afirmando que su relación sentimental, en realidad, comenzó después de que Wade fuera contratado en 2021y surgió a raíz del propio caso.
Mientras tanto, sobre la acusación relacionada al aprovechamiento indebido de los recursos, Willis afirmó en su testimonio ante el tribunal que reembolsó todo el dinero que Wade gastó durante sus “lujosos” viajes en efectivo.
Uno de los puntos clave y grises del caso es que no hay recibos de esos reembolsos, pues fueron en efectivo. Tampoco se logró determinar con exactitud cuándo inició la relación entre Willis y Wade, pues testigos claves, como una “examiga” de Willis, afirmó que la relación comenzó en 2019.
Mientras se define la situación, los abogados de Trump y los coacusados presionan para que Willis sea apartada del caso, argumentando que si el juez McAfee no toma la decisión la confianza del público en el juicio quedará destruida.
“Piensen en el mensaje que se enviaría si no fueran descalificados”, dijo Harry MacDougald, quien representa al exfuncionario del Departamento de Justicia Jeffrey Clark, uno de los coacusados. “Si esto se tolera, obtendremos más. Esta oficina es el hazmerreír mundial por su conducta”.
A su vez, la oficina de Willis acusa a los abogados defensores de querer manipular la opinión pública a través de conjeturaras y denuncias falsas.
De hecho, desde la oficina de Willis argumentaron que los acusados no proporcionaron ninguna evidencia sobre el beneficio financiero de la fiscal de distrito de la relación mantenida con Wade, que supuestamente terminó el verano pasado.
“Es un intento desesperado de sacar a un fiscal de un caso sin ningún motivo, señoría, aparte del acoso y la vergüenza”, dijo Adam Abbate, fiscal de la oficina del fiscal de distrito.
Lo único seguro, hasta el momento, es que el futuro de Willis se definirá en los próximos días y que el juez McAfee deberá decidir si existe un conflicto real de intereses o no.
