Regresa el toque de queda: el alcalde de Baltimore podría imponerlo a los jóvenes este verano

Brandon Scott pidió introducir esta medida tras resultar dos menores heridos mientras la Policía intentaba disolver una pelea.

El toque de queda podría regresar a Baltimore en los próximos meses. El alcalde de la localidad pidió prohibir el tránsito durante la noche a los jóvenes a finales de primavera y durante todo el verano. Una medida que el edil anunció tras resultar dos menores, de 14 y 16 años, heridos mientras la Policía intentaba acabar con una pelea multitudinaria el pasado domingo.

Según informó WBAL-TV, en la reyerta participaron más de 200 adolescentes. Todos ellos se reunieron en la zona Inner-Harbor de la ciudad y ahí comenzó el conflicto que acabó con dos jóvenes hospitalizados. Uno en estado crítico y el otro estable.

La Policía aseguró que dos sospechosos fueron detenidos. Uno de ellos tenía en su poder un arma cargada y, además, encajaba con la descripción. Al otro sospechoso se le encontró con un arma cargada en un garaje de la Policía.

Ante esto, el alcalde de Baltimore, el demócrata Brandon Scott, anunció que introduciría un toque de queda. El estado de excepción impediría a los menores de 14 años salir a las calles desde las 21.00 horas. Una hora menos de la que tendrían los jóvenes de entre 14 y 17 años cuya prohibición para pasear por las calles entraría en vigor a partir de las 22.00 horas.

La intención de Brandon Scott, proteger a los jóvenes de Baltimore

Brandon Scott aseguró que el toque de queda entrará en vigor a finales de primavera y se extenderá durante todos los meses de verano. Una medida que, afirmó en declaraciones recogidas por The San Diego Union-Tribune, impondrá para proteger a los jóvenes y tranquilizar a sus familias:

Quiero que todo el mundo me escuche y lo haga con claridad. Vamos a volver a los viejos tiempos. Aplicaremos un toque de queda para jóvenes conforme entremos en el final de la primavera y los meses de verano.

No se trata sólo de asegurarse de que los sacamos de la calle, sino de asegurarnos de que les apoyamos y determinamos qué les ocurre a ellos y a sus familias. No es normal que una persona esté tan lejos de su casa y nadie sepa dónde están o se preocupe por ellos.