El perro de Biden, Commander, involucrado en al menos 24 ataques a agentes del Servicio Secreto

Un informe desvela que la estancia del pastor alemán obligó a los trabajadores de la Casa Blanca a cambiar sus hábitos para evitar las mordeduras del animal.

Cinco meses después de que expulsasen a Commander de la Casa Blanca, el que fuera el perro de Joe Biden vuelve a ser noticia. Esta vez por estar involucrado en al menos 24 ataques a agentes del Servicio Secreto. Agresiones que se contabilizan a parte de las ya informadas y que propiciaron la salida del pastor alemán de la residencia presidencial en octubre de 2023.

El informe realizado por la USSS, y obtenido por CNN, desvela que la estancia del animal obligó a los trabajadores de la Casa Blanca a cambiar sus hábitos para evitar su mordedura. Sin embargo, su blanco favorito parecía ser cualquier agente del Servicio Secreto, encargados de proteger al presidente Joe Biden.

La situación llegó a tal nivel que el agente especial asistente de la División de Protección Presidencial del USSS, que prefirió mantenerse en el anonimato, tuvo que enviar un correo electrónico en junio del año pasado advirtiendo a sus subordinados de que "deben ser creativos para garantizar nuestra propia seguridad personal". "Las recientes mordeduras de perro nos han desafiado a ajustar nuestras tácticas operativas cuando Commander está presente; por favor, den mucho espacio", escribió.

Sin embargo, los avisos venían de antes. Tras revisar la cadena las cerca de 300 páginas del informe, se descubrió que la primera alerta sobre el comportamiento del pastor alemán data de octubre de 2022. En ese momento, un técnico anónimo del Servicio Secreto informó de un incidente en el que aseguró que estaban "preocupados por el aumento del comportamiento de las mascotas de la familia y que... algo peor les iba a pasar a otros".

El comportamiento de Commander, de mal en peor

Una situación que únicamente fue en aumento y que desde la Casa Blanca intentaron solventar mientras la familia Biden, aseguró una fuente cercana, se sentía "desconsolada" por el comportamiento de su perro:

Están desconsolados por esto. Han pedido disculpas a los que han sido mordidos, han llevado flores a algunos. Se sienten horribles. Commander fue sobreprotector y, aunque intentaron y trataron de trabajar en ello, tuvieron que dejarlo ir a vivir con otros miembros de su familia.

No obstante, los numerosos entrenamientos no sirvieron de nada y según aseguró mediante un comunicado la directora de comunicaciones de la primera dama, Elizabeth Alexander, al final la única solución que les quedó fue trasladar al perro:

El presidente y la primera dama se preocupan profundamente por la seguridad de quienes trabajan en la Casa Blanca y de quienes los protegen todos los días. A pesar del entrenamiento adicional para perros, el uso de correas, el trabajo con veterinarios y la consulta con especialistas en comportamiento animal, el ambiente de la Casa blanca simplemente resultó ser demasiado para Commander. Desde otoño, ha vivido con otros miembros de la familia.

Por el momento, no se sabe nada dónde se encuentra actualmente Commander ni de quiénes son los familiares que están cuidando al animal. Una situación que ya pasó con otra mascota de Joe Biden, Major, el perro que precisamente sustituyó el pastor alemán en la residencia presidencial en diciembre de 2021. Él también fue reubicado aunque, en este caso, se sabe que vive actualmente con unos amigos de los Biden en Delaware.