Nueva York: el alcalde Eric Adams advierte de la "devastación" a la que se enfrenta la ciudad tras la llegada masiva de migrantes

"Estamos al borde de la quiebra", afirmó el edil demócrata que explicó que a NYC llegan semanalmente entre 2.500 y 4.000 inmigrantes ilegales.

El alcalde de Nueva York Eric Adams continúa enfrentándose a una crisis migratoria sin precedentes. El edil demócrata lleva ya un tiempo advirtiendo sobre la difícil situación que atraviesa la ciudad tras la llegada masiva de migrantes y este martes, durante una reunión municipal, volvió a alertar sobre los impedimentos que padecen los neoyorquinos que ven como, semana tras semana, llegan entre 2.500 y 4.000 inmigrantes ilegales más:

Estamos al borde de la quiebra. No hay más espacio, más de 160 y pico mil; y como he dicho, estamos recibiendo entre 2.500 y 4.000 a la semana. Piensen en eso. Esto es tan devastador para nuestra ciudad. Nuestra ciudad se recuperó increíblemente en un corto período de tiempo, en sólo 22 meses. Increíble periodo de tiempo en el que nos hemos recuperado, y ahora estamos cargados con esto y tengo que solucionarlo. Bill Clinton me dijo el otro día cuando fui a reunirme con él, y le conté los problemas, me miró y me dijo, 'Eric, bueno, ya sabes, la gente te eligió no para que les cuentes el problema, te eligieron para que lo arregles'. Le dije, '¿por qué demonios he venido a verte?'

¿Cómo combate Nueva York la crisis migratoria?

No es la primera vez que Eric Adams alerta a los neoyorquinos sobre la crisis migratoria que está viviendo la ciudad. En agosto de este año, el edil demócrata solicitó ayuda al Gobierno Federal alegando que la llegada masiva de inmigrantes podría costar a la ciudad 12.000 millones de dólares.

Ese fue el principio de muchas ayudas que ha ido pidiendo la ciudad para enfrentarse a la crisis. Desde entonces, tanto la solicitud de ayudas como las medidas sólo han ido en aumento. Una de las últimas propuestas que realizó Adams fue la de regalar un billete sólo de ida para que se marchen de la ciudad, llegando a conceder a los migrantes la posibilidad de que elijan el destino que ellos prefieran, sea dentro o fuera de los Estados Unidos.

Adams también limitó a 60 días las estancias que podían solicitar las familias de inmigrantes en los refugios de la localidad y llegó a pedir a la Corte Suprema del estado que suspendiese la norma por la que la ciudad se veía obligada a albergar inmigrantes. Todo ello para intentar paliar una crisis migratoria que supera, cada día más, a Adams y a la ciudad de Nueva York.