Una niña de 11 años encuentra el hueso del que podría ser el reptil marino más grande conocido

El fósil, hallado en Somerset en mayo de 2020, pertenecería a un ejemplar de Ictiosaurio o pez lagarto, que habitó la Tierra hace más de 200 millones de años.

Una niña de 11 años y su padre encontraron el hueso del que podría ser el reptil marino más grande conocido en el planeta. El resto, hallado en Somerset (Reino Unido) en mayo de 2020, pertenecería a un ejemplar de Ictiosaurio o pez lagarto, un animal que habitó la Tierra hace más de 200 millones de años. En concreto, se trata de parte de la mandíbula que, con más de dos metros de largo, deja los restos óseos de la ballena azul como los segundos más grandes del mundo.

Según aseguraron varios expertos a Sky News, esta especie de réptil prehistórico medía más de 25 metros de largo, lo que lo convierte, probablemente, en el reptil marino más grande jamás registrado. El descubrimiento del resto, sin embargo, no fue del todo premeditado, sino que podría definirse como un hallazgo casual

Justin y su hija, Ruby Reynolds, de tan solo once años, estaban buscando fósiles en la playa de Blue Anchor, en Inglaterra, cuando Ruby vio el primer trozo de hueso, según pudo saber CNN,  Tras esto, ambos empezaron a buscar y fueron encontrando las piezas adicionales juntos hasta octubre de 2022, cuando localizaron el último resto de la gigante mandíbula.

El hueso del Ictiosaurio, determinante para la investigación de Paul de la Salle

No lo hicieron solos. Una vez descubrieron que su hallazgo podría ser importante contactaron con el Dr. Dean Lomax, paleontólogo de la Universidad de Manchester quien los puso en contacto con Paul de la Salle, un coleccionista de fósiles que había encontrado la primera mandíbula gigante en mayo de 2016. Paul de la Salle habló con CNN sobre qué significó para él poder participar en este segundo hallazgo científico:

Pensar que mi descubrimiento en 2016 despertaría tanto interés en estas enormes criaturas me llena de alegría. Cuando encontré la primera mandíbula, supe que era algo especial. Tener un segundo que confirme nuestros hallazgos es increíble. Estoy muy feliz.

Por su parte, Justin Reynolds también se mostró entusiasmado con el descubrimiento que realizó junto a su hija Ruby. En un comunicado obtenido por la cadena televisiva el orgulloso padre aseguró que le alegraba poder colaborar con el descubrimiento de Paul de la Salle:

Cuando Ruby y yo encontramos las dos primeras piezas nos emocionamos mucho porque nos dimos cuenta de que se trataba de algo importante e inusual. Cuando encontré la parte posterior de la mandíbula, me emocioné porque es una de las partes definitorias del descubrimiento anterior de Paul.