Los últimos días de Ronald Ojeda: lucha contra Maduro, terminaba sus memorias y trabajos poco cualificados

El lunes tendrá lugar la audiencia de formalización del único apresado, un venezolano de 17 años acusado de participar directamente en el secuestro.

Ronald Ojeda escapó de Venezuela para salvar la vida y huyendo de las torturas a las que era sometido por el régimen bolivariano en la prisión de Ramo Verde. Tras llegar a Chile, el exteniente trabajó en puestos no cualificados para poder sacar adelante a su esposa y su hijo. No obstante, nunca dejó el activismo político y la lucha contra la dictadura en su país y, en los últimos tiempos, se acercó al Partido Libertario, participando en actos como las visitas de Javier Milei y Nicolás Márquez. Además, estaba terminando sus memorias y buscando una editorial para publicarlas. El lunes tendrá lugar la audiencia de formalización del único apresado, un venezolano de 17 años acusado de participar directamente en el secuestro.

"Muy enfocado en su objetivo"

Desde que llegó a Chile, trabajó en diversos puestos no cualificados que le permitieran llevar dinero a casa. Ítalo Omegna, presidente del Partido Libertario chileno recuerda en exclusiva para Voz Media que Ojeda "hacía Uber, y trabajó en locales de comida rápida de amigos venezolanos", además de desarrollar trabajos de lavaplatos en alguna ocasión. Algo que "le era difícil, pero daba la impresión de estar muy enfocado en su objetivo", según Omegna.

Su objetivo era la liberación de su país, acabando con la dictadura bolivariana: "Él estaba concentrado en derrocar al régimen buscando generar contactos y solicitando apoyo aunque nunca reveló su plan. En ese sentido, parecía ser muy precavido". Cuando conoció a los libertarios, "participaba de esos eventos para dar a conocer su caso, contar como opera la dictadura venezolana tanto dentro como afuera de sus fronteras y solicitaba ayuda para organizar una resistencia al régimen", recuerda Omegna.

Captura de pantalla de un mensaje del coordinador nacional del Partido Libertario de Chile con Ronald Ojeda.
(Cortesía Partido Libertario de Chile)

Como muestra de esta precaución, Omegna compartió con Voz Media la última conversación por whatsapp que el coordinador nacional del partido, en noviembre del pasado año, en la que le decía que tenía algo "muy importante" de lo que hablar, sin dar más detalles ni querer dar más información a través del celular. Nunca mantuvieron esa reunión por distintos motivos, y no saben qué es lo que les quería transmitir.

Durante su estancia en Chile, Ojeda se mostró muy activo en redes y con actuaciones para luchar contra la dictadura Chavista, protagonizando protestas como en noviembre de 2022, cuando se plantó ante el palacio presidencial con una bolsa en la cabeza con DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) impreso en ella para exigir la liberación de los presos políticos y denunciar las negociaciones que se estaban realizando en México en esos momentos. Un año después conseguiría que el Gobierno de Gabriel Boric le concediera asilo político, algo que no sirvió para garantizar su seguridad.

Omegna también apuntó que Ojeda estaba ultimando la publicación de sus vivencias: "Tenía intenciones de escribir un libro. Contacto a mi amiga de la Editorial Entre Zorros y Erizos y le comentó que quería escribir un libro sobre su testimonio".

Precisamente el diario chileno La Tercera consiguió las 185 páginas que Ojeda llevaba escritas, y en las que describe con detalle las torturas a las que fue sometido durante meses por la prisión venezolana, así como la manera en la que consiguió escapar y llegar a Chile. No obstante, en el texto deja muy claro que "esto no es un libro; es una denuncia y una advertencia". Por ello, "consciente de que lo estaban cazando", se las entregó a su hermano Javier, que ha solicitado a las autoridades chilenas que la familia pueda reconocer el cuerpo.

Su primer secuestro se produjo hace casi 6 años. El 25 de marzo de 2017, Ojeda hacía guardia en un lugar estratégico de la frontera con Colombia, "una zona de vital importancia para grupos insurgentes, radicales, liderados por la FARC y el ELN, ligados al narcotráfico, secuestro, extorsión y contrabando", según relata en sus memorias. Citado para una reunión en Caracas, se reunió con su superior, el general de brigada Ovidio Delgado Ramírez, para preparar el encuentro. Éste le felicitó por su labor y le dio un sobre con dinero: "Toma Ojeda, para que compartas con tu familia y por el futuro niño. Hiciste un buen trabajo", recordaba el exteniente.

"Teniente, maldito traidor"

Sin embargo, cuando estaba camino de su casa para preparar las maletas, un vehículo se detuvo en el camino y de él descendió "el coronel segundo comandante de la brigada Marco Tulio Álvarez Reyes, alias Machetico. Muy apresurado se baja, abre la puerta de mi vehículo y me apunta a la cabeza con su arma de reglamento. ‘Teniente, maldito traidor’”. A continuación, fue trasladado a un aeropuerto abandonado donde le esperaban militares de negro con la única identificación de la temible DGCIM. El propio general Ojeda, que acababa de felicitarle fue quien le puso las esposas.

Acusadode golpe contra el régimen

Le acusaron de participar en un golpe fallido de militares contra el Régimen, y comenzaron los interrogatorios. Una de las primeras preguntas versó sobre la procedencia del dinero que acababa de recibir. Le montaron en un avión, donde arrancó la tortura, como recoge La Tercera: "Lo primero fue una patada en la cabeza. Abrían la puerta del avión, amenazando con lanzarlo. Le rociaron gas pimienta en el rostro, y luego lo asfixiaron con una cuerda amarrada a su cuello". Ojeda recuerda que las preguntas le permitían deducir que no sabían nada, pero él se mantuvo firme "no sé nada", repetía.

Ahora con descargas eléctricas para ver si con eso lograban alguna respuesta. Sesiones interminables donde ataban los cables a los extremos de mis orejas, en los dedos meñiques de las manos, en los tobillos. Rociaban la capucha negra con agua, para evitar que entrara oxígeno.

Tras llegar a Caracas, el maltrato no se detuvo, y tuvo que sufrir celdas insalubres y oscuras, comida (arepas y lentejas) arrojada  al suelo, sin plato: Además, desde su soledad escuchaba las torturas y los gritos de otros prisioneros. Allí permaneció 13 días, en los que su mujer dio a luz. Ella nunca dejó de buscarlo.

Las descargas eléctricas se convierten en una práctica rutinaria al momento de hacerte hablar. Comienzan con leves sesiones, que aumentarán progresivamente dependiendo el grado de información que le suministres. (...) La asfixia mecánica y golpes con barras metálicas envueltas en esponja es para demostrarte que la ley allí no existe. Los cuartos oscuros y celdas aisladas tienen como fin dominar tu mente, llevarte al conflicto interno para asumir la autoculpa, el autoseñalarte como victimario; decirle al sistema que aceptas lo impuesto como flagelo por el pecado cometido”. También detalla cómo era colgado de una pared durante horas, o que le sumergían la cabeza en un balde con agua “para que hablara y dijera algún testimonio que ellos querían que repitiera”.

Denuncia la corrupción del Ejército

Ojeda denunció la corrupción imperante en el ejército venezolano, así como el adoctrinamiento que reciben los reclutas para convertirles en leales al partido y no al país o a sus ciudadanos:

El producto final de cuatro años de formación militante es un ser totalmente sumiso, sin las capacidades idóneas para los futuros cargos, la meritocracia queda totalmente excluida en el desempeño de las funciones, sólo basta adular al sistema y al líder, para ganar algún cargo, puesto de preferencia o futuros ascensos. El militar no es fiel a la Constitución, principios, códigos o legado. Sólo obedecerá al poder del partido.

Dentro de la corrupción, había una doble tendencia: por una lado, los pagos irregulares a los oficiales, que seguían "una línea de mando. Los jefes que reciben el dinero a cambio, deben de hacer los respectivos pagos a sus jefes superiores, y así, se alimentó todo un esquema bien planificado que no puede ser alterado”. Por otro lado, el exteniente denunció "la realización de ejercicios de tiro falsos. La munición sólo desaparecía, con destino; abastecimiento de grupos irregulares de la FARC-ELN”.

La libertad ante todo

En estas páginas también relata cómo consiguió escapar y llegar a Chile, así como su lucha desde este país. Para el comienzo de su relato, eligió unas frases muy parecidas a su última publicación en X, siempre con su amada libertad como protagonista:

La Libertad nació sin apellidos. Nació libre como el viento, con nombre de mujer y pare hijos con sangre de libertad. Hoy vinieron por mí; mañana irán por ti. Todos somos culpables, hasta que se demuestre lo contrario