La Unión Europea evacúa a su personal diplomático de Haití

El secretario de Estado, Antony Blinken, asistirá a un encuentro internacional en Kingston, Jamaica, para discutir salidas de la crisis.

Funcionarios de todas las banderas siguen abandonado Haití. Este lunes, el portavoz de la división diplomática de la Comisión Europea, Peter Stano, anunció que la Unión Europea había "retirado todo el personal de la UE" del país.

Tan sólo un día antes, Alemania había evacuado a su embajador, vía República Dominicana, mientras que Estados Unidos había retirado del territorio a todo su personal diplomático no esencial y reforzado la seguridad de su embajada. La delegación, sin embargo, sigue abierta. Aunque de momento la decisión de abandonar el territorio no es unánime, sí hay consenso alrededor del mensaje a los ciudadanos extranjeros: manejarse con cuidado, estar informado de los últimos avances e incluso, si es posible, abandonar el país.

Las calles del país más pobre de América se encuentran sumidas en la violencia, perpetrada por una coalición de bandas armadas, presuntamente lideradas por Jimmy Barbecue Chérizier, que exigen cambios en la cúpula del Gobierno.

Las pandillas han atacado hospitales, cárceles -logrando la fuga de miles de presos- y edificios públicos como la sede del Poder Ejecutivo, el Palacio Nacional. Las ONG que trabajan en la zona denuncian que unas 15.000 personas debieron abandonar sus hogares en tan solo una semana, y que la dificultad para hacer entrar ayuda humanitaria, además de su escasez, agravarán aún más el padecimiento de los haitianos.

Ayuda exterior

Decretado un estado de emergencia y un toque de queda, y con las fuerzas de seguridad intentando contrarrestar los embates de las bandas, Haití sigue a la espera de una misión internacional liderada por Kenia, que Naciones Unidas aprobó en octubre.

El desembarco de mil policías fue paralizado por disputas internas en el país africano, que resultaron en un fallo judicial que prohibía el envío de agentes si antes no existía un acuerdo multilateral. Pacto que las máximas autoridades keniatas y haitianas firmaron a principios de mes. Los refuerzos, sin embargo, todavía no pisaron Haití.

Quien también extendió una mano fue el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Las políticas de seguridad del presidente millennial le han merecido un alto índice de popularidad en su país y en el exterior, con países como Honduras, Argentina y Ecuador, intentando emular sus medidas.

"Nosotros podemos arreglarlo", escribió el mandatario en relación a la crisis. Sin embargo, detalló que antes necesita una resolución de Naciones Unidas, el consentimiento de Haití y que "se cubran todos los gastos de la misión".

Reunión en Jamaica

Mientras la crisis se agrava, los focos se apuntarán hacia otra isla, a menos de cinco horas de vuelo de la zona de conflicto: Jamaica. Delegaciones de una decena de países se reunirán en la capital jamaiquina, Kingston, para dialogar sobre posibles salidas de la crisis.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, participará del encuentro coordinado por la Comunidad del Caribe (o Caricom), un bloque de países caribeños. También fueron invitados representantes de Canadá, Francia y Naciones Unidas.

De momento se desconoce si el primer ministro haitiano, Ariel Henry, asistirá a la reunión. Aunque Haití es miembro de la Caricom, el mandatario no confirmó públicamente su presencia. Henry se encuentra en Puerto Rico, desde donde estaría buscando -sin éxito, de momento- retornar a su país.

Blinken asistirá con la intención de promover una "transición política", según adelantó en un comunicado el Departamento de Estado. La iniciativa comprende la creación de un colegio presidencial independiente y el despliegue de una "Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad". La visión de Blinken implicaría, según trascendió estos días, la renuncia de Henry.