Kentucky: el fiscal general demanda a la cadena Kroger por su participación en la crisis de opioides

Russell Coleman aseguró que las farmacias de la empresa vendieron más del 11% de todas las píldoras dispensadas en el estado entre 2006 y 2019.

El fiscal general de Kentucky, Russell Coleman, demandó este lunes a la cadena de supermercados Kroger por su participación en la crisis de opioides. Según se puede leer en la demanda, el letrado republicano aseguró que las más de 100 farmacias propiedad de la empresa vendieron más del 11% de todas las píldoras narcóticas dispensadas en el estado entre 2006 y 2019, maximizando la crisis de opioides existentes en Kentucky.

2024.02.12 As_Filed KY_Kroger Complaint by rosana.rabago on Scribd

La demanda, presentada en el Tribunal de Circuito del Condado de Bullitt en Shepherdsville, reclama sanciones civiles de 2.000 dólares contra la cadena de supermercados por cada presunta violación intencional de la Ley de Protección al Consumidor de Kentucky.

Además, según AP, en el escrito el fiscal general también acusa a la multinacional de comprar más de 4.000 millones de miligramos equivalentes de morfina en opioides para Kentucky entre 2006 y 2009, unos 444 millones de dosis de opioides. Junto con esto, Coleman afirma que Kroger también distribuyó, en ese mismo periodo de tiempo, cerca de 194 millones de pastillas de hidrocodona a sus farmacias.

Todo ello, sumado a las más de 2.000 muertes por opioides en el estado registradas en 2022, provocaron que el fiscal general decidiese presentar una querella contra Kroger. Algo que él mismo anunció mediante su perfil de X:

Durante más de una década, Kroger inundó Kentucky con un número casi impensable de pastillas opiáceas que condujeron directamente a la adicción, el dolor y la muerte. El azote que se abatió sobre las clases que se graduaban, las fuerzas de trabajo y familias enteras es el devastador resultado.

Kroger no alertó del aumento de recetas sospechosas en Kentucky

Sin embargo, lo más preocupante para el fiscal general no sólo es que vendiese los narcóticos, sino que no realizase ningún programa de seguimiento eficaz cada vez que detectaban pedidos sospechosos de opioides.

Según aseguró Coleman en la demanda, a pesar de las "señales de alerta", Kroger no emitió ningún aviso sobre recetas sospechosas en el estado entre 2007 y 2014, agravando así la crisis existente en Kentucky:

Kroger, en quien las familias han confiado durante tanto tiempo, hizo conscientemente que estas sustancias peligrosas y altamente adictivas fueran demasiado accesibles. Lo peor de todo es que Kroger nunca creó un sistema formal, una capacitación o incluso un conjunto de pautas para denunciar actividades sospechosas o abusos.