Las fuerzas represoras del régimen de Irán anunciaron este jueves la primera ejecución oficial contra un participante en las protestas antigubernamentales que recorren el país islámico.
Mohsen Shekari, un hombre de 23 años, fue asesinado este jueves después de ser detenido en septiembre y condenado a muerte en noviembre por "hacer la guerra a Dios". Según informó la agencia Mizan, perteneciente al Poder Judicial iraní, el acusado hirió con un cuchullo a un basiji -miliciano islámico-, y bloqueó una calle durante las protestas.
Shekari, que fue ahorcado tras su condena por un tribunal revolucionario iraní de Teherán, es el primero de los once condenados a muerte por participar en la ola de protestas desatadas tras el asesinato de la joven Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral iraní tras su detención al considerar que no vestía correctamente el velo islámico.
Varias organizaciones de derechos humanos denunciaron la falta de garantías procesales para los detenidos. Sin embargo, son numerosas las facciones del régimen islámico, como los llamados Guardianes de la Revolución, quienes piden responder de esta forma hacia los manifestantes. Por tanto, es más que previsible que las ejecuciones continúen en Irán.
Hasta el momento, son más de 300 los muertos en los disturbios en el país islámico. Alguno de los fallecidos son agentes del régimen, por lo que Teherán aprovecha para lanzar acusaciones contra los manifestantes que el algunos casos, como el de Mohsen Shekari, alcanzan la pena capital.
En los últimos días, el régimen iraní intentó suavizar la presión interna e internacional asegurando que había disuelto la Policía de la Moral en una operación de maquillaje muy alejada de la auténtica realidad represora que se vive en el país de los Ayatolás.
