Investigan la muerte a puñaladas de una familia hispana en un apartamento del Bronx

Jonathan Rivera, su novia y su hijo de tan solo cinco años aparecieron muertos el domingo.

Una familia hispana murió el domingo apuñalada en un apartamento del Bronx. Jonathan Rivera, de 38 años, su novia, Hanoi Peralta, de 33 y su hijo de tan solo cinco años, Kayden Rivera, fallecieron en circunstancias violentas. Sus cadáveres fueron encontrados por la Policía de Nueva York que atendió una llamada de emergencia a las 8 de la mañana en un apartamento situado en el primer piso del 674 East de la calle 136 en el área de Mott Haven.

Un vecino de los Rivera, Fernando Cruz, relató a CBS lo sucedido. Según explicó, escuchó a hombres gritando y peleando alrededor de las 11 de la noche del sábado pero nunca imaginó lo que había ocurrido:

Es una escena loca. Nunca pensé que esto sucedería aquí y llevo 11 años viviendo aquí. Escuché como si hubiera un altercado, como mucho ruido, como una pelea, como si alguien estuviera peleando o algo así. Hubo esto último, donde el hombre fue.... 'ahh' y pudo haber sido el golpe fatal y luego todo se calmó.

Las autoridades continúan investigando lo ocurrido y, aunque tienen alguna hipótesis de lo que pudo ocurrir como que podría tratarse de un crimen pasional realizado por algún miembro de la familia, han preferido no asegurar por completo nada hasta poder confirmar los hechos. Por su parte, el médico forense intenta determinar las causas de la muerte de la familia aunque todos ellos presentan heridas por navajazos.

La comunidad del Bronx, conmocionada por la muerte de los Rivera

Mientras tanto, la comunidad llora la pérdida de la familia Rivera que era muy querida por los vecinos de la zona. Uno de ellos, que prefirió mantenerse en el anonimato, es el dependiente de la bodega que a la que solía acudir Jonathan y su familia. Él aseguró a Univisión que la familia no tenía enemigos, al menos conocidos: "Yo los conozco a ellos desde hace mucho tiempo, son buena gente, pero no sé qué pasó".

José Torres, el antiguo cuidador del edificio en el que residían los Rivera también lamentó lo sucedido y, al igual que el dependiente, aseguró que la familia, que llevaba cinco años viviendo en ese apartamento, era muy querida por todos: "Mi niño murió, era como mi niño, yo jugaba con él todos los días. Los conocía bien y hasta donde sé no sé quién podría ser [el asesino]".

La familia de los fallecidos también intentan aclarar lo sucedido y, al igual que los vecinos de la zona, aún no pueden creer que los Rivera hayan muerto de forma tan violenta. El padre de Jonathan, Miguel Ángel Rivera, de 60 años, acudió el lunes al edificio del Bronx. Allí, relata New York Times, apoyó la cabeza en una furgoneta de diarios y empezó a llorar: "Quiero verte, quiero verte. Mi hijo era el mejor padre del mundo. Incluso más que yo. ¿Qué pasó? No sé. No sé por qué. Quiero saber qué pasó. ¿Cómo? ¿Por qué?", declaró.