Estados Unidos reimpone las sanciones a Venezuela y le da hasta junio para terminar con los acuerdos petroleros vigentes

El Departamento del Tesoro emitió una nueva licencia que le otorga un período de gracia a las empresas y bancos para que culminen los negocios pendientes con ese país.

Estados Unidos anunció la reinstauración de sanciones contra la industria de gas y petróleo venezolano luego de que Nicolás Maduro incumpliera con su compromiso de celebrar elecciones presidenciales libres y justas este año.

El Departamento de Estado, reconoció que el alivio de sanciones otorgado hace seis meses no logró inducir a Maduro a realizar elecciones auténticas. Como resultado, la Licencia General 44, que autoriza transacciones relacionadas con operaciones del sector petrolero o gasífero en Venezuela y que vence el 18 de abril, no será renovada.

No obstante, el Departamento del Tesoro emitió una nueva licencia (L.G. 44A) que otorga un período de gracia de 45 días, hasta el 31 de mayo, para que las empresas y bancos culminen negocios pendientes con Venezuela. Además, se permitirá que la gigante estadounidense a la gigante estadounidense Chevron continúe haciendo negocios de explotación de hidrocarburos con la petrolera estatal venezolana, PDVSA.

“Dejar esa licencia vigente sugiere que a la Administración le importa más mantener bajos los precios del petróleo hasta las elecciones y las ganancias de Chevron, que los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y la libertad en Venezuela”, expresó Elliott Abrams, enviado especial de la Administración Trump para la crisis en Venezuela.

Venezuela, una vez potencia petrolera, se ha visto gravemente afectada en los últimos años, pasando de casi 2,9 millones de barriles por día en 2014 a menos de 400.000 b/d en 2020. Aunque ha habido una modesta recuperación reciente, la imposición de nuevas sanciones amenaza con socavar esos progresos y obstaculizar la recuperación a largo plazo del país sudamericano. Sin embargo, aún no está claro el impacto total que tendrá la reanudación de las sanciones para la economía venezolana.

El acuerdo electoral firmado en Barbados en octubre del año pasado, entre Maduro y la coalición opositora respaldada por Estados Unidos, causó críticas desde el comienzo entre congresistas y conocedores sobre el tema que aseguraban que el plan estaba destinado a fracasar pues Maduro nunca permitiría un proceso electoral transparente si este conducía a su salida del poder.

A pesar de esto, la Administración Biden mantuvo el alivio de sanciones hasta la expiración de la licencia lo que, según expertos, le proporcionó al régimen de Nicolás Maduro hasta 3.000 millones de dólares adicionales en ingresos.

Las sanciones nunca debieron haberse levantado. El gobierno de Estados Unidos cedió demasiado en términos de concesiones y prácticamente no obtuvo nada a cambio”, opinó Ernesto Ackerman, presidente de Ciudadanos Estadounidenses Venezolanos Independientes, una organización de base con sede en Miami. “Tal como vimos hace unos años en el proceso de negociación celebrado en la República Dominicana, y en otros esfuerzos fallidos, el régimen nunca tuvo la intención de cumplir su palabra”, agregó.

Cabe recordar que desde que Maduro firmó el Acuerdo de Barbados y se aliviaron las sanciones contra Venezuela, el régimen dictatorial no solo inhabilitó ilegítimamente a María Corina Machado, quien ganó las primarias organizadas por la oposición con más del 90 % de los votos, sino que también intensificó la persecución y represión contra otros opositores y activistas, e impidió la inscripción de candidatos que cuentan con el respaldo de Machado.

Venezuela reacciona a la reimposición de sanciones

Jorge Rodríguez, delegado del régimen en los diálogos con Estados Unidos acusó a la Administración Biden de no cumplir con los acuerdos firmados entre ambas naciones y aseguró que tiene pruebas de que ellos han cumplido con todo lo pactado. “Nosotros nos hemos mantenido resguardando todos los elementos derivados de las reuniones que se suscitaron”, dijo.

Rodríguez también se refirió directamente al Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols y le dijo que Estados Unidos “se acaba de dar un tiro en el pie”. “Hablaremos cuando recuperen la palabra y la firma”, agregó.