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Micronaciones: el sueño de tener un país propio

Algunas son fundadas por motivos ideológicos, otras a raíz de conflictos con las autoridades estatales, aunque también pueden ser creadas por cuestiones artísticas y/o humorísticas, o bien para sentirse ‘gobernantes’ de sus propios países. Sin embargo, todas tienen una característica en común: no cuentan con reconocimiento internacional. Un recorrido por algunas de las micronaciones más conocidas del mundo.

Principado de SealandBen Stansall / AFP

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Las micronaciones son entidades que se consideran estados soberanos, pero no son reconocidas por ningún país ni por los organismos internacionales. Habitualmente cuentan con un territorio, aunque no siempre es así, ya que a veces son imaginarias o están en internet. 

Si bien algunas tienen habitantes, otras tienen ciudadanos que no residen en ellas. Sin embargo, la gran mayoría de las micronaciones cuentan con un himno, una bandera y sus propias leyes, y algunas incluso emiten su propio dinero o tienen selecciones de diversos deportes. 

Los motivos por los cuales las micronaciones son creadas resultan de lo más variados: ideología, conflictos con las autoridades, cuestiones artísticas y/o humorísticas, o bien simplemente para sentirse gobernantes de sus propios países.

A continuación, una lista de algunas de las micronaciones más conocidas.

Principado de Sealand

Fue fundado en 1967 por un presentador de radio pirata llamado Paddy Roy Bates, autoproclamado Su Alteza Real Príncipe Roy de Sealand. Su territorio consiste en una plataforma militar británica abandonada durante la Segunda Guerra Mundial.

Sealand, que se encuentra a unos 13 kilómetros de la costa sudeste de Gran Bretaña y tiene unos 300 ciudadanos alrededor del mundo, cuenta con su propia moneda, pasaportes y una selección de fútbol. 

A pesar de su pequeño tamaño, Sealand estuvo involucrada en un conflicto armado con Gran Bretaña en 1968, cuando el príncipe Michael Bates, hijo del fundador y monarca de la micronación, fue llevado a juicio tras un incidente durante el cual se abrió fuego contra un buque de la Armada británica cerca de Sealand. Ese mismo año, la corte, con sede en Chelmsford, Essex, sostuvo que no tenía jurisdicción sobre el caso porque ocurrió en aguas territoriales británicas, una decisión que Bates consideró como un reconocimiento de su soberanía

El Gobierno también sufrió un intento de golpe de Estado en 1978, cuando Alexander G. Achenbach, primer ministro de Sealand, junto con ciudadanos neerlandeses y alemanes, tomó de rehén a Michael Bates. Sin embargo, el padre del príncipe usó un helicóptero de asalto para retomar el poder y mantuvo cautivos a los golpistas. Los Gobiernos de Países Bajos y Alemania solicitaron a las autoridades británicas su intervención para liberarlos, pero se deslindaron de cualquier responsabilidad debido a la decisión de la corte de 1968. Finalmente, los alemanes enviaron a un diplomático a negociar con el líder de Sealand para liberar a Achenbach. Si bien Roy Bates accedió al pedido, consideró que la visita del representante de Alemania constituyó un reconocimiento de facto de ese país al suyo. 

En 2006, la micronación sufrió un fuerte incendio producto de la explosión de un generador de electricidad pero aún sigue en pie y vendiendo títulos nobiliarios para mantenerse.

Principado de SealandBen Stansall / AFP

Akhzivland

Fue fundada por el difunto Eli Avivi, quien nació en Irán pero emigró a Israel a la edad de dos años, donde durante su juventud en la década de 1960 se asentó en un pueblo pesquero del norte, a orillas del mar Mediterráneo, cerca de la frontera con el Líbano, que había quedado abandonado tras la Guerra de Independencia. 

Avivi se asentó allí a pesar de no tener ningún derecho legal sobre el terreno. Construyó su casa y luego se unió al proyecto Rina, quien luego se convertiría en su esposa.

La pareja entró en conflicto con las autoridades, que querían establecer allí un parque nacional. Sin embargo, Eli y Rina se opusieron a abandonar el lugar, por lo que decidieron fundar su propio país independiente, con su bandera, su moneda y su himno. 

Aunque su idea de autoproclamar este Estado independiente lo llevó a la corte por ser considerado ilegal, el caso se dirimió a su favor y pudo proyectar, hasta su muerte, un discurso en favor de la libertad y el pacifismo que atrajo a jóvenes de todo el mundo, incluso a celebridades internacionales, como Sofía Loren y Paul Newman. 

Actualmente, el Ministerio de Turismo de Israel reconoce el lugar como un sitio con atractivo turístico.

Bandera de AkhzivlandWikimedia Commons

Liberland

Se trata de una micronación fundada por el empresario y militante libertario checo Vit Jedlicka, quien hace casi una década se asentó en un terreno boscoso de 7 km² ubicado entre Croacia y Serbia que había quedado sin reclamo de soberanía alguno luego de la disolución de Yugoslavia

Como cualquier otro país, Liberland tiene su himno, su territorio y emite su propia documentación, aunque no su propia moneda, ya que busca otorgar a sus ciudadanos la oportunidad de utilizar la moneda que deseen. 

Si bien hubo intentos de construir viviendas en el lugar, fueron destruidas por policías croatas, por lo que hasta el momento hubo solo un puñado de personas que residieron allí transitoriamente debido a que debido a que no cuenta con una infraestructura adecuada, sólo personas con un gran espíritu aventurero se han atrevido a hacerlo.

El objetivo del país es, como era de esperar, demostrar que las ideas de la libertad funcionan, por lo que su presidente promete 0% de impuestos, ya que sólo se financiará con aportes voluntarios.

Cualquier persona puede postularse para ser ciudadana de Liberland. Solo debe responder un cuestionario, ser aceptada por las autoridades y abonar una suma de dinero.

Vit Jedlicka, presidente de LiberlandWikimedia Commons

República de Molossia

A diferencia de la mayoría de las micronaciones, Molossia no fue creada por ninguna razón ideológica ni tuvo ningún conflicto con las autoridades. Se trata solo del sueño de Kevin Baugh, quien se considera un “dictador bueno” y afirma que solo su familia puede ser ciudadana del país, que se encuentra en Nevada, Estados Unidos.

Esta micronación está conformada por dos propiedades, que cuentan con un gran espacio al aire libre donde funcionan todas las oficinas estatales, las cuales son atendidas por muñecos.

El sitio de web de Molossia permite apreciar, entre otras cosas, su fauna local, su plaza principal y su deporte nacional: el Broomball molossiano (Molossian Broomball).

El propio dictador ofrece visitas guiadas a Molossia, donde incluso él mismo se encarga de colocar el sello nacional en los pasaportes de los turistas que viajan allí.

Kevin Baugh, el 'dictador' de Molossiamolossia.org / Wikimedia Commons

República de la Isla de las Rosas

Se trata de una plataforma artificial construida en 1968 en el Mar Adriático frente a las costas de Italia, fue un proyecto visionario del ingeniero Giorgio Rosa. Su creador soñaba con una micronación independiente basada en ideales de libertad y autogestión. Aunque apenas tenía 400 metros cuadrados, contaba con un restaurante, un bar y una oficina de correos, lo que atrajo a turistas y curiosos. La isla incluso declaró su independencia, emitiendo sellos propios, lo que puso a la isla en el radar del Gobierno italiano.

Las autoridades italianas, preocupadas por la posible amenaza a su soberanía, consideraron la Isla de las Rosas como un desafío político. Tras varios meses de tensión diplomática, el Gobierno italiano envió fuerzas para ocupar y posteriormente demoler la plataforma en 1969, poniendo fin a la breve existencia de este peculiar experimento. Sin embargo, su historia dejó un legado como símbolo de resistencia y de los límites entre el poder individual y estatal.

Décadas después, esta increíble historia fue llevada a la pantalla en la exitosa película de Netflix La increíble historia de la Isla de las Rosas (2020). 

República de la Isla de las RosasWikimedia Commons

Ciudad Libre de Christiania

Es un país autoproclamado independiente con espíritu hippie que se encuentra en una base militar abandonada en la década de 1970 en Copenhague, Dinamarca

Además de su bandera y su himno, Christiania tiene sus propias normas, que, entre otras cosas, excluyen la propiedad privada y promueven la autogestión comunitaria.

Allí habitan un poco más de mil habitantes que buscan alejarse de la noción de estado tradicional por uno con un espíritu más libre, por lo que se consideran independientes del país escandinavo. En Christiania, las drogas blandas son casi moneda corriente.

Sin embargo, en los últimos años, grupos criminales han tomado el control de esta parte de la ciudad, incrementando la violencia en la comunidad, especialmente en la calle Pusher, según informó la BBC.

La bandera de Christiania pintada en la puerta de una estructura en esa micronaciónJonathan Nackstrand / AFP

República de Kugelmugel

Surgió en la década de 1970, luego de que el difunto artista austriaco Edwin Lipburger levantara una casa con forma esférica, lo cual es ilegal en Viena, Austria. Por este motivo, decidió declarar la independencia de esta micronación. 

El artista mantuvo un largo enfrentamiento legal con las autoridades, que incluso lo llevaron a prisión por un breve periodo de tiempo debido a que se negó a pagar impuestos. 

Luego, la República de Kugelmugel fue colocada en el parque Prater, en Viena. Actualmente es una atracción turística a la que llegan visitantes de diversos países.

República de KugelmugelWikimedia Commons

Principado de Hutt River

El Principado de Hutt River, ubicado en Australia Occidental, fue fundado en 1970 por Leonard Casley como una respuesta a un conflicto con el Gobierno australiano por restricciones en la producción de trigo. Casley declaró su propiedad, una extensa granja de 75 km², como un Estado independiente, autoproclamándose Príncipe Leonard. Basado en tecnicismos legales y lagunas jurídicas, el Principado se presentó como una entidad soberana, lo que permitió a sus habitantes evitar pagar impuestos al Gobierno australiano durante décadas.

Aunque nunca fue reconocido oficialmente por ningún país, Hutt River operó como una micronación funcional. Emitía su propia moneda, pasaportes y sellos postales, y se convirtió en un destino turístico para curiosos de todo el mundo. La relativa independencia se mantuvo gracias a la falta de intervención directa del Gobierno australiano, que consideraba el territorio más como una excentricidad que una amenaza. Sin embargo, en sus últimos años, el principado enfrentó mayores presiones legales y fiscales.

Tras la muerte del príncipe Leonard en 2019, la familia Casley decidió disolver el Principado de Hutt River en 2020. Los herederos del proyecto enfrentaron dificultades para mantener las operaciones y gestionar las deudas acumuladas, especialmente con la Oficina de Impuestos de Australia, que reclamaba sumas millonarias. El fin del principado marcó el cierre de una era singular en la historia australiana, dejando un legado de ingenio, resistencia y el eterno debate sobre los límites de la soberanía individual.

Bandera del Principado de Hutt RiverWikimedia Commons

República Real de Ladonia

Se trata de una micronación que se encuentra en la reserva natural sueca Kullaberg, en el sur de Suecia. Ladonia surgió en la década de 1990 a raíz de un conflicto entre las autoridades del país escandinavo y el difunto artista Lars Vilks, debido a dos esculturas de gran tamaño que él había levantado allí y que el Gobierno sueco consideraba ilegales.

Debido a que las autoridades locales habían anunciado su intención de derribar las obras, Vilks decidió declarar la independencia de Ladonia. 

Esta extraña micronación cuenta con alrededor de 20.000 habitantes y su propia bandera. Su himno es el más breve del mundo, ya que consiste en arrojar una piedra al agua.

Lars Vilks, quien murió en 2021, también es conocido por haber dibujado a Mahoma, razón por la cual sufrió dos intentos de asesinato por parte de extremistas islámicos.

República Real de LadoniaWikimedia Commons

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