OBITUARIO
Francisco, el papa de la periferia
El pontificado del primer sucesor de Pedro no europeo y jesuita se caracterizó por acercar la Iglesia a los marginados, a los pobres y a los inmigrantes, por aumentar el papel de la mujer, a la vez que sus guiños woke hicieron que varios obispos lo calificaran de "hereje".

El papa Francisco camina en la Plaza de San Pedro
Francisco (Buenos Aires, 1936 - El Vaticano, 2025) pasó a la historia como el primer papa "de la periferia", como a él le gustaba decir. De hecho, el concepto de "las periferias" en todos los ámbitos de la vida fue una constante, una de las grandes claves, del papado de Jorge Bergoglio: poner a los pobres, a los inmigrantes, a los débiles, a los que sufren, en el centro. No obstante, su pontificado también ha estado marcado por el coqueteo con el wokismo, con guiños al lobby LGBT y con la lucha contra el cambio climático, con una importante purga de obispos y cardenales conservadores en los últimos años.
Su llegada ya se produjo en medio del estupor del mundo entero, puesto que se convirtió en el primer papa desde la Edad Media que accedía a la silla de San Pedro con su antecesor vivo, además de ser el primer jesuita en alcanzar en Papado. La renuncia de Benedicto XVI, al no verse capaz de llevar a cabo la imprescindible reforma de la curia, marcó un hito en la historia de la Iglesia. Francisco fue proclamado el 13 de de marzo de 2013, con la misión pendiente de Ratzinger como una de sus prioridades, además de dar un nuevo impulso a la institución.
Un pontificado adelantado en un discurso manuscrito de 2013
Incluso antes de salir elegido por los cardenales en el cónclave, Bergoglio leyó un discurso manuscrito en el que exponía su idea de las necesidades de la Iglesia y del papa hoy. A través de cuatro puntos -que serían hechos públicos por el ya fallecido obispo de la Habana Jaime Ortega posteriormente- el futuro pontífice exponía a los príncipes de la Iglesia la necesidad de ir a todas las periferias, las "geográficas" y "las existenciales" y hacía un llamamiento a abandonar la autocontemplación:
"1. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no sólo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.
2. Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene autorreferencial y entonces se enferma. Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una suerte de narcisismo teológico. En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama… Pero pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
3. La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser el 'mysterium lunae' y da lugar a ese mal tan grave que es la mundanidad espiritual(...) Ese vivir para darse gloria los unos a otros. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia evangelizadora que sale de sí; la 'Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans', o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para sí".
"Una Iglesia pobre y para los pobres": San Francisco de Asís, el modelo de Bergoglio
El cuarto párrafo de la misiva se centraba en la figura del papa, de lo que necesitaba la Iglesia actual para cumplir su misión. Para Bergoglio, el único cardenal que llegó a competir en número de votos con Ratzinger tras la muerte de Juan Pablo II, el próximo papa debía ser:
4. "Un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de 'la dulce y confortadora alegría de la evangelizar'".
A través de estos cuatro puntos puede entenderse el rumbo de la Iglesia durante la década que Francisco ha llevado el timón. La elección de su nombre, en honor de San Francisco de Asís, también insistió en esta línea, de cara a su idea de "Una Iglesia pobre y para los pobres: Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la Creación", apuntó.
Reforma de la curia
El pontificado de Francisco ha estado lleno de reformas, muchas de las cuales afectan directamente a la curia, la misión por la que los purpurados lo eligieron. Así, se apresuró a crear el Consejo de Cardenales, formado por él mismo y 8 purpurados, con el fin de abordar las necesarias reformas dentro de la Curia Romana y revisar la Constitución Apostólica Pastor Bonus.
En 2022 publicaría la Constitución Apostólica Praedicate evangelium, con la que culminaba este proceso de transformación de la curia romana. Entre los principales cambios se encuentra la apertura a que un laico -hombre o mujer- pueda dirigir un dicasterio, además de reducir el número de éstos y ponerlos al servicio de todas las diócesis y no sólo del Papado. Además, este documento incide especialmente en la protección de los menores.
Contra "la cultura del descarte", en defensa de los inmigrantes
Fuera de la lucha por abrir las ventanas del Vaticano, la prioridad de Francisco han sido combatir lo que él llamó "la cultura del descarte". El papa denunció la "deshumanización" que la sociedad hace de los pobres -en especial los inmigrantes-, los ancianos, los niños -su lucha contra los abusos en la Iglesia ha sido implacable y ha levantado ampollas en un amplio sector-, los débiles y los perseguidos. En este último saco ha incluido a las personas LGBT, a los que ha realizado guiños de acercamiento en diversas ocasiones.
Sin duda, los inmigrantes han sido uno de los grandes temas de Francisco. No en vano el papa eligió Lampedusa como el destino de su primer viaje apostólico. Allí, tras depositar una guirnalda de flores en el Mediterráneo, en honor de los miles de muertos tratando de alcanzar las costas de Europa, el pontífice lanzó un grito contra "las masacres silenciosas ante las que aún permanecemos impotentes y atónitos”.
"La muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más pacífica, alejada de las guerras y la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes. Lo que ocurre en el Mediterráneo, que se refleja en Lampedusa, es la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse del otro".
Encontronazo con la Administración Trump por la inmigración
Su defensa de los inmigrantes le llevaron a enfrentarse a la Administración Trump por su política de deportaciones masivas y el cierre de las fronteras a los ilegales. En una carta a los obispos estadounidenses, Francisco resaltó que Dios "nos invita a mirar la realidad de nuestro tiempo, tan claramente marcada por el fenómeno de la migración, como un momento decisivo de la Historia para reafirmar no sólo nuestra fe en un Dios siempre cercano, encarnado, migrante y refugiado, sino la dignidad infinita y trascendente de toda persona humana".
Además, el santo padre apuntó que el propio Jesús "no ha vivido al margen de la experiencia difícil de ser expulsado de su propia tierra a causa de un inminente riesgo de vida, y de la experiencia de tener que refugiarse en una sociedad y en una cultura ajenas a las propias. El Hijo de Dios, al hacerse hombre, también eligió vivir el drama de la inmigración".
Más de una década de "tensión"
Con motivo de su décimo aniversario en San Pedro, Francisco resumió su pontificado como "una tensión". Y así ha sido, con una agenda siempre ocupada. El pontífice ha realizado 47 visitas apostólicas y viajado a 66 países en los cinco continentes. Además, ha publicado cuatro encíclicas (Lumen Fidei -2013-, Laudato si' -2015-, Fratelli tutti -2020- y Dilexit nos -2024-), siete exhortaciones apostólicas y canonizado 899 santos, entre ellos tres papas (Juan XXIII, Juan Pablo II y Paulo VI).
Para el papa, la sinodalidad de la Iglesia es otro punto clave. El pontífice promovió el Sínodo de la Sinodalidad en la que interpeló a los cristianos de todo el mundo sobre temas críticos de la institución, y que tuvo su culmen con el encuentro de los obispos en 2024. Durante su papado también se celebraron el Sínodo de la Familia o el de la Amazonía.
El papel de la mujer en la Iglesia y la defensa de la "hermana Tierra"
Francisco también abrió el debate sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados o el papel de la mujer en la Iglesia, llegando a plantearse el diaconado femenino. Por el momento, ha colocado a la religiosa Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades Apostólicas, la primera fémina al frente de uno de los ministerios vaticanos. Además, a partir del 1 de marzo, la franciscana Raffaella Petrini se convertirá en la primera gobernadora del Estado del Vaticano.
El cuidado de la "hermana Tierra" también es un pilar en la teología de Francisco. El papa introdujo los "pecados ecológicos" en el catecismo. Éstos serían una "acción u omisión contra Dios, la comunidad y el medio ambiente. Es un pecado contra las futuras generaciones y se manifiesta en actos y hábitos de contaminación y destrucción de la armonía del medio ambiente”. Asimismo, el pontífice se ha mostrado muy activo en mensajes públicos promoviendo la lucha contra el cambio climático e incluso participando en Cumbres del Clima de manera telemática, planteándose incluso acudir físicamente en alguna ocasión.
El gran dolor de Francisco son las guerras, en especial la de Ucrania y la de Gaza. El pontífice ha pedido en reiteradas ocasiones la paz en ambos conflictos e incluso considera la invasión rusa como uno de sus grandes fracasos.
Polémicas y 'purga' de obispos conservadores
No obstante su pontificado también ha estado lleno de polémicas, especialmente por algunos de los gestos del papa que coquetean con el wokismo y que llevaron a varios prelados a oponerse públicamente a él, llegando incluso a calificarle de "hereje", como el exobispo de Tyler (Texas), Joseph Strickland.
El papa no se ha quedado de brazos cruzado frente a los rebeldes. Además de aceptar las renuncias por edad de muchos de los críticos (deben presentarla, de acuerdo con el derecho canónico a los 75 años, y el papa puede dejarlos en el puesto hasta los 80), estos últimos años ha dado un paso más allá y exigido la salida 'voluntaria' de varios de ellos, como la del propio Strickland en 2024 o la del obispo francés de Fréjus-Toulon este año. También firmó la excomunión del exnuncio en EEUU, Carlo Maria Viganò, por no reconocer la autoridad del papa y acusarle de tener "una gestión tiránica del poder".
El papa de la Imagen
Francisco se ha destacado como un portento de la comunicación. Su capacidad de lanzar mensajes contundentes, que resuenen ha sido una constante durante su pontificado. Conocedor de la importancia de la imagen, muchos de sus gestos han quedado grabados en la retina de millones de personas, tanto creyentes como no.
La guirnalda de flores en Lampedusa, su abrazo a un enfermo de aspecto repulsivo por su enfermedad, las reiteradas ocasiones en las que ha lavado los pies a los presos son ejemplos de ello. Su rezo en solitario en la Plaza de San Pedro en plena pandemia del covid, transmitido en directo en todo el mundo es otro de sus grandes hitos
Un colegio cardenalicio acorde a su idea de Iglesia
El nombramiento de cardenales durante su pontificado ha ido encaminado a reforzar la continuidad de su idea de Iglesia. En estos momentos, 2/3 de los purpurados que elegirán a su sucesor han sido creados por él. Esto no significa que sea ideológicamente afines a Francisco, pero sí que percibe cierta afinidad en los temas clave con ellos para haberlos elegido.
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