¿Cuál es el significado del monumento en honor a las víctimas del 11-S?
El 'National September 11 Memorial & Museum' se inauguró el 11 de septiembre de 2011 con el fin de “proporcionar un espacio para la sanación y la reflexión”. El museo también exhibe objetos personales que quedaron en la escena del atentado.
Después de 23 años del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, es necesario recordar a las víctimas del terrible ataque perpetrado por 19 terroristas vinculados a Al Qaeda y que dejó cerca de 3.000 muertos, convirtiéndolo en el suceso que mayor dolor ha producido en Estados Unidos.
Con el fin de honrar a las víctimas se construyó el monumento National September 11 Memorial & Museum (Museo y Memorial del 11 de Septiembre) -también conocido como 9/11 National Memorial o Bosque de los árboles-, el cual fue diseñado por el arquitecto Michael Arad y el arquitecto paisajista Peter Walker, luego de que en 2004 su proyecto Reflecting Absence (Reflejando la Ausencia) fuera elegido entre miles de propuestas presentadas desde más de 60 países.
Según el 9/11 Memorial & Museum, el monumento, que fue inaugurado el 11 de septiembre de 2011, debía “hablar de las necesidades de las familias que habían perdido a sus seres queridos y proporcionar un espacio para la sanación y la reflexión”, recordó Cristian Cubillos en un artículo publicado en el medio colombiano Noticias RCN.
El monumento consiste en dos piscinas gemelas en cascada, que se encuentran donde estaban las torres y que están rodeadas por barandas de bronce con los nombres de las víctimas mortales de los atentados del 11-S y del World Trade Center de 1993.
Respecto del significado, el arquitecto Arad sostuvo que las piscinas representan la “ausencia hecha visible”.
Los objetos personales hallados en la escena del atentado
En el 9/11 Memorial & Museum también es posible encontrar una gran cantidad de objetos que quedaron allí tras el atentado terrorista del 11-S.
Entre otras cosas, señala la BBC en un artículo, el museo exhibe varios lentes que perdieron los cristales y tienen signos de calcinación; el volante de un automóvil BMW que quedó sepultado bajo los escombros; un motor de uno de los elevadores que funcionaban en las torres; una de las columnas de acero que sostenían la fachada de la Torre Norte; la antena de televisión y radio de cerca de 100 metros que se encontraba encima de la misma torre; teléfonos celulares; localizadores; y el hacha de un destacamento de bomberos que realizó tareas de rescate en el lugar.