Texas: descubren un nuevo antepasado gigante del cocodrilo en el condado de Garza
Un equipo de paleontólogos catalogó e identificó los restos del Garzapelta muelleri.
Los investigadores de la Universidad de Texas descubrieron un nuevo antepasado del cocodrilo enterrado en el condado de Garza. Se tratan de los restos del que ha sido denominado Garzapelta muelleri, un etosaurio de hace más de 200 millones de años, que está estrechamente emparentado con los cocodrilos actuales.
Los etosaurios son conocidos popularmente como los tanques del Triásico, era a la que pertenecen. Este réptil, que se desplazaba sobre cuatro patas, gozaba de una dura y resistente coraza sobre su espalda, de la que existen pruebas y restos. Pese a ser familiar del cocodrilo, un depredador, el Garzapelta muelleri fue un reptil esencialmente herbívoro.
Un equipo de la Universidad de Texas en Austin trabajó por recopilar de identificar todas las partes del reptil, que se hallaron en el condado de Garza, que le da su nombre al etosaurio. Pelta significa "escudo" en latín. La coraza del Garzapelta fue esencial para identificar correctamente que se trata de una especie distinta a los demás etosaurios que ya fueron catalogados. Finalmente, la última parte de su denominación hace referencia a Bill Mueller, el paleontólogo de Texas que descubrió los restos este reptil milenario. Dichos restos estuvieron conservados en las instalaciones de la Universidad de Texas hasta que este año fueron correctamente identificados.
De acuerdo con la Universidad de Texas, las placas óseas que recubrían al Garzapelta y otros aetosaurios se denominan osteodermos. Estaban incrustadas directamente en la piel y formaban una armadura al encajar unas con otras como un mosaico. Además de tener el cuerpo cubierto de placas óseas, los costados de Garzapelta estaban flanqueados por púas curvadas que habrían ofrecido otra capa de protección contra los depredadores.