El Senado confirma a Russell Vought como director de presupuesto del presidente Trump

El Senado de los Estados Unidos confirmó a Russell Vought como el director de presupuesto de la Administración del presidente Donald Trump, tras una votación cuyo resultado final fue de 53 votos a favor y 47 en contra. La nominación de Vought representa una auténtica victoria para Trump, al haber logrado materializar su objetivo de tener nuevamente a Vought en la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), agencia que ya había dirigido en el primer mandato del presidente republicano.

El evento estuvo lleno de polémica luego de que varios senadores demócratas decidieran debatir a viva voz, ralentizando la votación. Dicha situación forzó a la republicana de Florida, Ashley Moody, quien presidía la sesión, a poner orden en la sala y citar las reglas del Senado que prohíben los debates en dicho evento.

Apoyo y rechazo

Durante la votación, todos los senadores republicanos se mantuvieron fielmente alineados para materializar la nominación de Vought, con varios de estos argumentando que su enfoque terminará siendo decisivo en los próximos años para reducir tanto el gasto como la regulación federal.

Uno de ellos fue el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, quien incluso llegó a presionar durante los últimos días para conseguir su confirmación, asegurando que Vought tendrá como principales responsabilidades en su rol de director de presupuesto controlar el gasto desmedido y reducir las regulaciones gubernamentales excesivas.

Por su parte, el bloque demócrata se mostró radicalmente contrario a la confirmación de Vought. De hecho, la votación tuvo lugar luego de que varios senadores demócratas fallaran en bloquear la nominación, al argumentar que Vought era indudablemente el “nombramiento más peligroso” del presidente Trump.

En un discurso en el pleno, el líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, declaró: “Confirmar al nominado más radical, con la agenda más extrema, para la agencia más importante de Washington. Una triple amenaza de desastre para los trabajadores estadounidenses”.