"Libertad", "Segunda Enmienda", "inmigración ilegal": Kamala plagia el diccionario conservador
La campaña demócrata intenta hacer un borrón y cuenta nueva discursivo de los últimos cuatro años para acercarse a votantes moderados e indecisos.
Es una frase conservadora de manual: "Cualquiera que se meta en mi casa va a recibir un disparo". En boca de Harris, el pasado jueves frente a Oprah Winfrey, generó sorpresa, incluso revuelo en medios y redes sociales. Aunque las palabras sean novedosas, la estrategia no lo es tanto: desde que lanzó su campaña, la vicepresidente tiene bajo el brazo, y consulta sistemáticamente, el diccionario conservador.
Tras enumerar propuestas de control de armas -prohibir las armas de asalto, control universal de antecedentes, leyes de bandera roja-, Harris insistió en que tanto ella como su candidato a vicepresidente, Tim Walz, tienen entre sus pertenencias armas de fuego. Otra página prestada del diccionario conservador (préstamo que sorprendió a Oprah -"no tenía idea"- a pesar de que Harris lo admitió por primera vez en su fallida campaña de 2019).
Tras su comentario de que, a los tiros, defendería su propia casa, Harris, entre risas, dijo que "probablemente no debería haber dicho eso", pero que su equipo se haría "cargo" más adelante. Dicho, hecho: la asesora de campaña demócrata Lance Bottoms dijo horas más tarde que había sido una broma y defendió que lo "importante" era que los votantes supieran que Harris defendía "el derecho a portar armas".
Los esfuerzos de Harris por mostrarse como una candidata inclinada hacia el centro, desandando muchas de las políticas que defendía antes de ungirse como presidenciable, han sido ampliamente reportados. Para explicar estos cambios -uno de sus principales objetivos en el debate y las contadas entrevistas que le siguieron-, ha recurrido a un latiguillo: "Mis valores no han cambiado". Su diccionario, definitivamente sí.
La frase sobre la defensa de su hogar persigue un doble objetivo, según coinciden algunos analistas. Por un lado, aplacar los temores del (récord de) 52% de votantes que declararon poseer al menos un arma en un sondeo de NBC News. Los demócratas quieren decirles, somos como tú. No vamos por tus armas, porque nosotros también tenemos. En palabras de Neal Rothschild, analista de Axios:
"La campaña de Harris espera que, al dar la bienvenida a la identidad conservadora, los votantes de derechas aflojen sus firmes creencias de que los liberales son de Marte".
Por otro lado, busca jugar a la ambigüedad estratégica. ¿Por qué no aclaró Harris, en el mismo momento, frente a Oprah y el mundo, que había sido una broma? Porque, así, puede ser una broma o no. Depende de quién escuche.
Páginas y páginas
"Libertad", "patriotismo", "la nación más grande", "no te metas en mis asuntos". La Convención Nacional Demócrata sirvió de página en blanco para que los azules escribieran con estas palabras prestadas el vocabulario de la campaña.
"Libertad", por ejemplo, fue una de las más recurrentes: como cuando el gobernador Josh Shapiro intentó redefinirla, sosteniendo que los demócratas son el partido de la "libertad verdadera, o cuando Harris aseguró, al hablar del aborto, que está a favor de la libertad de la mujer frente a un Estado que quiere imponerle qué hacer ("libertad reproductiva", lo llama).
Incluso desde la música, como escribió David Collinson, profesor de la Lancaster University, con Harris caminando al podio al ritmo de Freedom de Beyoncé. O con Keep on Rockin’ in The Free World, con la que se despidió Walz.
Promesas de la candidata como una "frontera segura" o la eliminación del impuesto para las propinas (que llevó a Trump a acusarla de imitarlo), o hasta la presentación de Walz como un exmilitar crecido en la Nebraska rural (incluso subió al escenario de la convención nacional con Small Town de John Mellencamp) demuestran que Harris y su partido están intentando plagiar páginas del diccionario conservador. En noviembre se sabrá si con éxito.