WSJ: es improbable que Biden reimponga las sanciones petroleras a Venezuela, pese a la deriva represiva de Maduro
Está prevista una reunión entre Washington y Caracas para abril, posiblemente en Doha o Ciudad de México.
En medio de una fuerte ola de represión contra la disidencia en Venezuela, surgen reportes de que la Administración Biden muy difícilmente reimpondrá las sanciones petroleras que le levantó al régimen de Nicolás Maduro en octubre de 2023.
De acuerdo con The Wall Street Journal, la Casa Blanca está preocupada de que una potencial reimposición de las sanciones en Venezuela aliente a que más venezolanos migren ilegalmente hacia los Estados Unidos, profundizando aún más la crisis migratoria en la frontera sur.
Asimismo, funcionarios de la Administración Biden dudan de que las sanciones sean el camino adecuado para buscar una transición democrática en el país sudamericano.
“Funcionarios de la Administración Biden han dicho que no creían que las sanciones petroleras niveladas contra Venezuela a principios de 2019 en el esfuerzo del expresidente Donald Trump para forzar a Maduro a abandonar el poder fueran constructivas”, se lee en el WSJ.
El alivio de las sanciones por parte de Washington se dio bajo dos acuerdos firmados en Doha y Barbados donde el régimen de Maduro se comprometió a garantizar una ruta electoral libre e independiente de cara a las presidenciales de este 2024.
Según el WSJ, el acuerdo firmado en Doha hizo que la Administración Biden firmara por seis meses una licencia que “amplió un alivio de las sanciones que desde finales de 2022 se habían limitado principalmente a Chevron, la mayor empresa privada con activos en Venezuela”.
Sin embargo, la política del Gobierno demócrata hacia la tiranía de Maduro ha sido muy criticada por quienes siguen de cerca el caso Venezuela.
"Dije en su momento, si levantas las sanciones ahora, te quitas tu propia influencia", dijo al WSJ Eric Farnsworth, un exdiplomático de alto rango del Departamento de Estado que es vicepresidente del grupo político Consejo de las Américas en Washington. "Eso es exactamente lo que ha ocurrido".
En general, desde que la Administración Biden concedió el alivio de sanciones y devolvió a Venezuela en un cuestionado intercambio a Alex Saab, el testaferro de Nicolás Maduro, la tiranía chavista aumentó notablemente la represión contra la disidencia.
Por ejemplo, María Corina Machado, la líder de la oposición venezolana, se mantiene inhabilitada políticamente y no puede participar del proceso electoral.
Su agrupación política, Vente Venezuela, está sufriendo los atropellos de la dictadura de Maduro, que está persiguiendo y encarcelando a los colaboradores cercanos a Machado.
De hecho, los principales colaboradores de Machado ahora mismo están en dos lugares: en las mazmorras del régimen o refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas.
Asimismo, la candidata sustituta elegida por la oposición y la propia Machado para participar en las elecciones del próximo 28 de julio, la académica de 80 años Corina Yoris, también fue bloqueada para participar en el proceso electoral sin motivo alguno.
La prohibición de Machado no es casual. El año pasado, la líder de Vente Venezuela ganó las primarias organizadas por la oposición con más del 90 % de los votos. Además, las encuestas muestran que Machado o un candidato apoyado por ella ganaría cómodamente a Maduro en un enfrentamiento con garantías electorales.
Sin embargo, a pesar de todos los atropellos, la Administración Biden, que ha adoptado una postura dócil al momento de reprender al régimen de Maduro, probablemente extenderá la política actual hasta el 28 de julio.
Pero la decisión de Estados Unidos no deja de ser controversial, sobre todo porque otros países, a priori aliados del chavismo, han optado por endurecer su lenguaje contra la dictadura venezolana.
Lula da Silva, mandatario socialista brasileño, fundador del Foro de Sao Paulo, dijo que era “grave” que Maduro no dejara participar a Corina Yoris en las elecciones de julio.
A las críticas de Lula se le sumó su homologo francés, Emmanuel Macron, quien puso en duda el proceso electoral en Venezuela a falta de garantías reales a meses de que se celebren los comicios.
Asimismo, el Gobierno colombiano del exguerrillero Gustavo Petro, otro líder de izquierda allegado a Caracas, criticó que Maduro no dejara participar a la profesora Yoris.
En este contexto, Washington y Caracas se preparan para mantener un nuevo encuentro, a principios de abril, en Doha o Ciudad de México, reveló el WSJ.
Lo curioso es que Juan González, quien fuera el más influyente asesor de la Casa Blanca sobre América Latina, estará presente en dicha reunión. Un dato llamativo ya que González se apartó en febrero de la Administración Biden en medio de fuertes críticas sobre su enfoque hacia la tiranía de Maduro.