El Partido Demócrata está dividido y las peleas son cada vez más evidentes
Los desacuerdos están causando fuertes contiendas, particularmente después del comportamiento de algunos demócratas durante el discurso del presidente Trump ante el Congreso.

El Capitolio de los Estados Unidos en Washington, DC
EL Partido Demócrata está dividido, y las contiendas que estaban creciendo desde hace semanas se han hecho evidentes ante todos los estadounidenses después del discurso del presidente Donald Trump el martes pasado en la sesión conjunta del Congreso. El comportamiento de varios demócratas dejó indignados a los votantes, pero también a los moderados del Partido, que ven con preocupación la deriva extrema que ha tomado.
El congresista demócrata por California, Ro Khanna tuiteó lo siguiente: "Jim Barrett, un asistente de vuelo, me persiguió educadamente en el aeropuerto de Chicago. 'Señor, soy demócrata, pero la forma en que se comportó el Partido fue vergonzosa. Nos hizo parecer desalmados. No me importa quién esté ahí arriba, usted defiende al chico con cáncer. Sean más racionales y actúen con más calma'".
Y es que el martes pasado, en medio del discurso del presidente, varios momentos conmovedores hicieron que la mayoría en el recinto se pusiera de pie, aplaudiera, y que a algunos incluso se les aguaran los ojos, pero varios demócratas parecen estar tan cegados por el odio a Trump, que se mantuvieron en sus puestos y ni siquiera aplaudieron cuando se le brindaba un homenaje a un niño que sobrevivió a un cáncer de cerebro.
Entre sus invitados, Trump hizo un reconocimiento especial a las familias de Laken Riley y Jocelyn Nungaray, dos jóvenes que fueron asesinadas por inmigrantes ilegales. El presidente también dedicó un momento para nombrar agente del Servicio Secreto a DJ Daniel, un niño de 13 años que sobrevivió a un cáncer de cerebro y que siempre ha soñado con ser agente de policía. Sin embargo, en estos momentos tan conmovedores, varios demócratas decidieron quedarse en sus asientos, y la indignación de miles de americanos, ante el reprochable acto, no ha parado.
El tuit del congresista Khanna muestra precisamente que la indignación con la deriva extrema del Partido, ya es evidente en medio del votante demócrata. Y también deja en evidencia la gran molestia de aquellos moderados que ven cómo el Partido Demócrata ha perdido completamente el rumbo. Un reportaje de Axios afirma que un "demócrata de alto rango de la Cámara de Representantes" dijo que "la gente también está enojada con el liderazgo... Todos están enojados con todos".
El senador demócrata John Fetterman, también ha hablado abiertamente criticando el comportamiento repudiable de sus copartidarios durante el discurso de Trump. En un post en X dijo lo siguiente: "Una triste cabalgata de egoísmos y petulancia desquiciada. Esto solo hace que Trump parezca más presidencial y comedido. Nos estamos convirtiendo en las alarmas metafóricas de los coches a las que nadie presta atención, y puede que no sea el mensaje ganador".
También, en una entrevista a Fox, cuando le preguntaron por la reacción de sus compañeros en el momento en el que se le hacía el reconocimiento al niño, Fetterman dijo lo siguiente: "Yo tengo una hija de 13 años y, gracias a Dios, nunca ha tenido cáncer. Pero creo que es algo que todos podemos celebrar. Y creo que fue un momento conmovedor".
Las divisiones dentro del partido y la discusiones sobre las posturas, también quedaron a la luz cuando esta semana 10 demócratas se unieron a los republicanos en la Cámara de Representantes para votar en favor de castigar al representante demócrata Al Green por su actuación en el discurso de Trump, y es que no solo se trata del comportamiento repudiable de aquellos que voltearon la cara, en vez de pararse a aplaudir en momentos tan sensibles y conmovedores, sino que durante todo el discurso del presidente Trump la mayoría de demócratas actuaron de una manera irrespetuosa, particularmente el congresista Green.
Green tuvo que ser expulsado del discurso del presidente Trump tras romper el orden gritando e interrumpiendo constantemente, aún cuando el speaker de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, le llamó varias veces la atención, Green seguía gritando hasta que tuvo que ser escoltado fuera del recinto.
Cada vez son más los demócratas moderados que se atreven a rechazar abiertamente el comportamiento de los más extremos. Y esa es la postura más sensata, porque es necesario condenar actos repudiables como la falta de respeto a la institución del Congreso y, por supuesto, también la falta de empatía con un niño que está viendo cumplido su sueño y al que los congresistas deberían unirse en apoyo. En los próximos meses los americanos seguirán viendo las luchas internas dentro del Partido Demócrata, que tendrá que decidir, de cara a las elecciones de medio término, si sigue avanzando hacia la extrema izquierda o si recapacita y escoge el camino de la sensatez.
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