En China no hay sector privado: Estados Unidos debe restringir oficialmente la cooperación con China

El actual pulso comercial del presidente de Estados Unidos Donald J. Trump con la República Popular China (RPC) ya ha inducido a algunas empresas chinas, como Shein, BYD, TikTok y la matriz de Temu, PDD Holdings, a alejarse de China. Y ha inducido a algunas empresas occidentales -entre ellas Apple, Dell, Hasbro, Microsoft, Hewlett Packard, Stanley Black and Decker, Foxconn, Nintendo, BYD Auto, TSMC, Intel, Mazda, Google y Samsung también a alejarse o diversificarse.

Un problema mayor, aparte de los aranceles, es que China no tiene sector privado. Según la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China:

"El gobierno chino ha desarrollado numerosas vías a través de las cuales supervisar los asuntos corporativos y dirigir a las empresas y recursos no estatales hacia la promoción de las prioridades del Partido Comunista Chino (PCCh)".

El gobierno chino fomenta programas para promover empresas que denomina "pequeños gigantes" (小巨人) y "campeones únicos" (单项冠军). Estas empresas, aunque etiquetadas como privadas, reciben apoyo directo del Estado.

Los "pequeños gigantes" consisten en 14.600 pequeñas empresas de propiedad privada en "industrias emergentes estratégicas como circuitos integrados, nuevas energías y aeroespacial".

Los "campeones únicos" están formados por empresas que han establecido dominio en las cadenas de suministro internacionales, y que se han centrado en investigación y desarrollo y tecnologías de doble uso. Dado que tanto los "pequeños gigantes" como los "campeones únicos" son entidades apoyadas por el Estado, los inversores potenciales las perciben, lamentablemente, como inversiones estables.

Trabajar con empresas chinas apoya directamente al PCCh

El Partido Comunista Chino es el fundador y único partido gobernante de la República Popular China. Por lo tanto, todas las empresas chinas apoyan directamente las prioridades y ambiciones del PCCh de sustituir a Estados Unidos como primera superpotencia mundial. Obviamente, este plan tiene poco de bueno para Estados Unidos, su seguridad nacional o sus intereses en el extranjero.

China ha estado aplicando abiertamente una política de amenaza de apoderarse de vecinos prooccidentales como Taiwán, Filipinas, Corea del Sur, las Islas Salomón, India y Japón. Además, se ha informado de que buques de guerra chinos han invadido el espacio aéreo australiano y han navegado alarmantemente cerca de Australia. El PCCh también ha intentado recientemente hacer una "nueva normalidad" de la realización de ejercicios en torno a Taiwán, que en cualquier momento podrían convertirse en combates.

Pekín parece entender que no puede invadir Taiwán sin fortalecer su economía para poder luchar durante un tiempo prolongado. El conjunto de objetivos de China para fortalecer la economía nacional, su 14º Plan Quinquenal (2021-2025), establecía como objetivo principal"cultivar empresas especializadas y nuevas de "pequeños gigantes" y empresas campeonas de un solo producto (单项冠军) en la industria manufacturera."

En el XIV Plan Quinquenal, el PCCh identificó las siguientes industrias como críticas para el desarrollo económico de China: inteligencia artificial, semiconductores, tecnología robótica y biotecnología, por nombrar algunas.

El 7 de marzo de 2025, en la reunión plenaria de la delegación del Ejército Popular de Liberación y de las Fuerzas Armadas Populares de Policía durante la reunión anual de la máxima legislatura del país en Pekín, el presidente chino Xi Jinping, que también es secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, ordenó a los militares "que se centren en el desarrollo de la inteligencia artificial, los semiconductores, la tecnología robótica y la biotecnología".b>ordenó a los militares "acelerar los esfuerzos para resolver los cuellos de botella y obstáculos en la aplicación del plan [quinquenal], fortalecer la coordinación entre departamentos, entre dominios y entre militares y civiles, y mejorar la elaboración, evaluación y aplicación de las políticas."

En particular, Xi también ha dado instrucciones al ejército chino para que esté preparado para invadir Taiwán en 2027, según el almirante John Aquilino, comandante del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos.

La Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China, declaró en 2021:

"El gobierno de China también está aumentando ahora las inversiones en empresas no estatales para avanzar en sus metas de desarrollo tecnológico y objetivos políticos, oscureciendo aún más la distinción entre estatal y no estatal".

Esto significa que la influencia del CCP se incrusta dentro de empresas etiquetadas como privadas. Por lo tanto, las entidades extranjeras pueden encontrarse "sin saberlo" apoyando los objetivos de desarrollo económico del PCCh para promover la modernización militar y las ambiciones hegemónicas.

Urgente: Revocar el estatus de relaciones comerciales normales permanentes de China

Cada vez está más claro que el plan de China de apoderarse de Taiwán y otros vecinos no es una cuestión de "si" sino de "cuándo" Por lo tanto, es crucial comprender que en China no existe un sector privado.

Invertir en el "sector privado" de China -que en la práctica es lo mismo que su ejército- destruye los intereses de Occidente, debilita a sus aliados y acelera al PCCh en la consecución de sus objetivos de apoderarse de Taiwán y otros vecinos, y posiblemente desencadenar una guerra con Estados Unidos. Invertir en el "sector privado" chino respalda las ambiciones expansionistas de China en Asia y le permite seguir reclamando la propiedad de los mares del Sur y del Este de China, así como de todo lo cercano a ellos, para controlar el comercio mundial.

Estados Unidos y sus aliados occidentales, por su seguridad nacional, deberían restringir inmediatamente la cooperación con China, y revocar el estatus de Relaciones Comerciales Normales Permanentes de China. Tales acciones harían inmediatamente del mundo un lugar mucho más seguro, además de afianzar aún más el poder global de Estados Unidos.

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