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Asedio de París: los agricultores bloquean nueve autopistas alrededor de la capital francesa y esperan más refuerzos

Los trabajadores del campo están en pie de guerra contra el Gobierno francés y pretenden bloquear por completo el mayor mercado de abastos del país, Rungis.

(Cordon Press)

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Acabar con el abastecimiento de la capital francesa es el objetivo de la nueva jornada de protestas que protagonizan los agricultores en Francia. Unas manifestaciones que se hacen sentir en todo el país desde la semana pasada y que ahora las plataformas coordinadoras trasladan a la capital par aumentar la presión contra el Gobierno y la clase política.

Los agricultores organizados por la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA) pretenden cortar el suministro del Mercado Internacional de Rungis, el Vientre de París, que se ubica al sur de la ciudad y cerca del aeropuerto de Orly. Frente a los agricultores está el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, quien advirtió a los manifestantes de no cruzar las líneas rojas que suponen alterar el funcionamiento de las infraestructuras de emergencia del Estado, como pueden ser el aeropuerto internacional y el gran mercado de abastos.

Carreteras bloqueadas

Este martes los servicios del Estado francés reportan que al menos nueve autopistas alrededor de París están cortadas y que junto con otras más segundarias suman al menos un total de trece. Algunos medios galos pronostican que el choque directo entre Policía y manifestante es inminente.

Sin embargo, el ministro Darmanin pidió "moderación" a las fuerzas del orden desplegadas para intentar frenar el avance de largos convoyes de tractores que van desde las provincias de periferia hasta la capital francesa. El Ministerio del Interior y las prefecturas locales movilizaron cerca de 15.000 agentes de Policía y gendarmes para controlar a los más de 10.000 agricultores con sus vehículos utilitarios que se lanzaron a las carreteras del país.

La estrategia de los campesinos consiste en colapsar las arterias del país gracias a sus tractores y a sus cargas. Con ellos montan barricadas cuando no se ponen en marcha hacia París, como hicieron este martes. Algunos de estos convoyes fueron bloqueados por las fuerzas del orden, según denuncian los agricultores, que buscan vías alternativas o bien rompen los cordones policiales con sus vehículos utilitarios. Sin embargo, un importante convoy que viene desde Agen, sudoeste del país, no logra avanzar ni sortear los bloqueos de la gendarmería francesa.

Negociaciones con el Gobierno

El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA), Arnaud Rousseau, pasó este martes por los micrófonos de la radio Europe 1 para comentar los últimos avances en las negociaciones con el Gobierno. La noche anterior, Rousseau mantuvo una reunión con recién nombrado primer ministro, Gabriel Attal. Sobre este encuentro, Rousseau aseguró que las negociaciones están abiertas y que su formación tiene muchas expectativas puestas en el Gobierno francés.

El presidente de la FNSEA dijo esperar "un cambio de software", así como "medidas de emergencia simbólicas". "Lo que necesitamos para tener éxito y lo que necesitamos para garantizar que la gente vuelva a casa, [son] señales de que podemos irnos", declaró. Gabriel Attal parecía "dispuesto a hacerlo [e ir] más allá en todas las cuestiones", dijo Arnaud Rousseau. "Tendremos que ver cómo las cosas se traducen en leyes y se ponen en práctica", continuó, refiriéndose a las "tensiones sobre el terreno" y advirtiendo de estallidos y violencia.

Las necesidades del mundo rural

Las normativas ecologistas de Francia y de la Unión Europea están en el centro de la cuestión para los agricultores. Piden al primero que revierta la "pérdida de soberanía alimentaria" y al segundo que revise la "filosofía misma del Pacto Verde" -la estrategia del bloque para alcanzar la neutralidad climática en 2050 -. Junto a esto, también exigen el fin de los márgenes de beneficio cada vez más estrechos para los pequeños productores, que en muchos casos no logran un salario digno en las negociaciones con las grandes cadenas de distribución.

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