Críticas, polémica y una loca historia por detrás: todo lo que tienes que saber sobre Megalópolis, la última película de Coppola
La última obra del director de ‘El Padrino’ y ‘Apocalypse Now’ fue estrenada esta semana en el Festival de Cannes generando un gran revuelo.
“Megalópolis puede ser la cosa más loca que haya visto jamás. Mentiría si dijera que no he disfrutado cada segundo de ella”, esta es una de las pocas reseñas positivas que recibió, hasta el momento ‘Megalópolis’, la fascinante y controvertida última película del gran Francis Ford Coppola que hizo su debut en el Festival de Cannes esta semana en medio de escándalos, críticas y elogios.
Curiosamente, Megalópolis se estrenó en el evento de la ciudad francesa justo casi medio siglo después de que Coppola ganara la Palma de Oro del Festival de Cannes con ‘Apocalypse Now’, una de las grandes obras del director que, en su momento, tampoco fue muy bien recibida por la crítica y luego terminó convirtiéndose en uno de los grandes clásicos del cine, al igual que ‘El Padrino’ o ‘La Conversación’.
Sin embargo, con Megalópolis ocurre algo especial: no está dejando indiferente a absolutamente nadie y hay toda una loca historia detrás de su concepción como proyecto y su misma realización.
¿De qué se trata y por qué hay tanto ruido detrás?
El filme narra la historia de Nueva Roma, una gran ciudad ambientada en Nueva York que fue devastada por una catástrofe que quiere ser reconstruida por un arquitecto-científico César Catilina (Adam Driver). Sin embargo, Catilina deberá enfrentarse al alcalde corrupto Franklyn Cicero (Giancarlo Esposito), quien hará todo lo posible para que el protagonista no alcance su sueño. La hija del alcalde y amante de Catilina, Julia (Nathalie Emmanuel), juega un papel preponderante en la historia, teniendo que debatirse entre apoyar a su interés romántico o traicionar a su familia.
En el tráiler, además, se puede apreciar parte de la gran propuesta visual de Coppola: un delirio futurista, con grandes monumentos y una estética ambiciosa que busca representar una suerte de Roma “retrofuturista” en decadencia o, como dijo el propio director, un proyecto gigantesco que buscar emular “una epopeya romana ambientada en la América moderna”.
Megalópolis causa gran expectación porque es, de hecho, el gran sueño de ciencia ficción de Coppola, quien tuvo que financiar este proyecto con $120 millones sacados de su propio bolsillo porque ninguna gran productora compró esta idea, siendo tildada incluso de “invendible”.
Sin embargo, el histórico director no desistió jamás en producir y realizar su visión de una gran metrópoli arrasada que necesita ser reconstruida, una idea que fue concebida en principio en los ochenta y que tardó más de una década en poder realizarse de forma definitiva. Al no tener el apoyo de los grandes estudios, Coppola tuvo que tirar de su imperio vinícola para realizar un proyecto que ahora mismo está recibiendo cuestionamientos de todo tipo.
Al final del día, uno de los motivos detrás del gran ruido que arropa la película es, justamente, que Coppola, una leyenda indiscutible del cine, está llevando adelante su propia cruzada con un proyecto ambicioso que fue rechazado por la industria. El morbo de ver quién tenía razón, si Coppola o los grandes estudios, está intrínsicamente acompañando a esta producción y toda la polémica alrededor.
Megalópolis no deja indiferente a nadie
Por el momento, no se puede decir que Megalópolis haya convencido a la crítica especializada.
De hecho, si esta pieza salía apenas un par de horas después de su estreno en Cannes, lo correcto hubiese sido describir las reseñas como una masacre del sueño de Coppola, porque apenas había alcanzado un 20 % de aprobación en Rotten Tomatoes. Ahora ese número se ubica en un 50 % de valoración.
Algunas de las reseñas son lapidarias.
“Es como escuchar a alguien contarte el sueño loco que tuvo anoche... y no para de hablar durante más de dos horas”, escribió para la BBC Nicholas Barber.
“En conjunto, es un asunto desesperadamente portentoso, que hace que te preguntes si el reparto creía realmente en el material, o si se conformaban con trabajar para el gran Francis Ford Coppola”, se lee en el Daily Mail.
Kevin Maher, en Times, fue incluso más duro: “Son 138 embrutecedores minutos de temas mal concebidos, escenas a medio terminar, interpretaciones de pizarra con clavos, diálogos de ensalada de palabras y feos efectos visuales, todo ello aparentemente en busca de una historia que no existe”.
Pero no todo fue una masacre. Hay reseñas que valoran el trabajo y la intención de Coppola.
Uno de ellos es Bilge Ebire, quien describe a Megalópolis en Vulture como tal vez “la mayor locura que he visto nunca. Y mentiría si dijera que no he disfrutado cada segundo”.
En Rolling Stone se deshicieron en elogios: “Es exactamente la película que Coppola se propuso hacer: sin concesiones, singularmente intelectual, descaradamente romántica, ampliamente satírica, pero extraordinariamente sincera en su deseo no sólo de mundos nuevos, sino de mundos mejores”.
Otros, como Robbie Collin en The Telegraph, la describen de una manera muy singular: “Imagina Succession cruzado con Batman Forever cruzado con una lámpara de lava”.
Ante tanta variedad de opiniones, lo realmente claro es que Megalópolis no es una película sencilla y, ante críticas negativas tan fuertes, es probable que no sea un gran éxito en taquilla. Aunque el propio Coppola le ha restado importancia a este detalle.
“Mis hijos, sin excepción, tienen carreras maravillosas sin una fortuna. Estamos bien. No importa. Todos ustedes aquí: el dinero no importa. Lo importante son los amigos. Un amigo nunca te decepcionará. El dinero puede evaporarse”, dijo Coppola tras ser preguntado sobre si se sentía preocupado sobre el legado financiero de su familia.
‘The Guardian’ desata un gran escándalo
Días atrás, justo antes de que Megalópolis hiciera su estreno en Cannes, The Guardian reveló el supuesto desastre detrás de la realización de la última gran obra de Coppola.
En el extenso reportaje se habla de que los todos los involucrados en la producción se sentían muy incómodos con Coppola, quien supuestamente fumaba marihuana durante el rodaje e incluso llegó a besar sin consentimiento a algunas de las mujeres presentes para poner al set en “ambiente”.
El rodaje, aparentemente desastroso, desató críticas anónimas contra Coppola y generó todo un escándalo contra la película y el propio director.
“Era como ver el desarrollo de un choque de trenes día tras día, semana tras semana, y saber que todo el mundo allí se había esforzado al máximo para ayudar a evitar el choque de trenes”, dijo a The Guardian uno de los miembros del equipo.
Otro anónimo fue incluso más allá, cuestionando duramente al director aparentemente por perder mucho tiempo en el rodaje.
“Parece una locura decirlo, pero había momentos en los que todos estábamos de pie pensando: ¿Este tipo ha hecho alguna vez una película?”.
“A menudo aparecía por las mañanas antes de esas grandes secuencias y, como no se había establecido ningún plan, y como no permitía que sus colaboradores establecieran un plan, a menudo se quedaba sentado en su caravana durante horas y horas, no hablaba con nadie, a menudo fumaba marihuana... Y pasaban horas y horas sin que se filmara nada. El equipo y el reparto se quedaban esperando. Y entonces salía y se inventaba algo que no tenía sentido, y que no seguía nada de lo que nadie había hablado o nada de lo que estaba en la página, y todos le seguíamos la corriente, intentando sacar lo mejor de ello. Pero casi todos los días nos íbamos negando con la cabeza, preguntándonos qué habíamos hecho en las últimas doce horas”, apuntó otro tercer miembro del rodaje.
A pesar de la historia negativa, todo el escándalo revelado por The Guardian quizás le vino bien indirectamente a Megalópolis, porque generó incluso más expectativa en torno a la película antes de su estreno en Cannes.
¿Megalópolis estará en cines?
Normalmente, luego de que una película de este calibre se estrena en el Festival de Cannes, es cuestión de tiempo para que llegue a las salas de cine de todo el mundo.
Sin embargo, con Megalópolis eso todavía no es seguro.
Para que la última gran obra de Coppola llegue a las salas del país, primero necesita un distribuidor. Y todavía en Estados Unidos nadie se ha animado a aceptar este reto.
No obstante, todavía hay muchas esperanzas de que de Megalópolis llegue al cine, sobre todo porque ya hay países donde se distribuirá.
Uno de ellos es España, gracias a que Tripictures acordó distribuir Megalopolis en una fecha aún por anunciar.
Constantin Film hará lo propio para Alemania y todos los territorios de habla alemana, incluidos Suiza y Austria; Eagle Pictures para Italia; y Entertainment Film Distributors Limited para el Reino Unido.
Asimismo, la semana pasada Le Pacte anunció que distribuirá la película de Coppola para Francia.
Un punto a favor de que Megalópolis consiga un distribuidor para Estados Unidos es que no solo tiene un histórico director detrás, sino un reparto del más alto nivel: Adam Driver, el protagonista; Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, John Voight, Laurence Fishburne, Talia Shire y Dustin Hoffman.
Solo resta aguardar pacientemente y esperar que Megalópolis haga su presencia en las salas.