El reclutamiento de soldados blancos en el Ejército se hunde con Biden

La caída en el alistamiento del principal grupo demográfico dentro del cuerpo, clave en el fracaso para cumplir los objetivos del Pentágono para aumentar el número de tropas.

La presencia de reclutas blancos en el Ejército se ha hundido en los últimos cinco años. El número de éstos prácticamente se ha reducido a la mitad, pasando de 44.042 en 2018 a 25.070 en 2023. Un dato que influye de manera notable en el déficit de unos 10.000 puestos que quedaron sin cubrir el pasado año respecto a los objetivos de alistamiento del cuerpo. El mayor desplome se ha registrado desde la llegada de Biden al poder con sus políticas woke o la obligatoriedad de las vacunas.

Menos soldados, mayor carga de trabajo, más tiempo fuera de casa

Según Military.com, los altos mandos están especialmente preocupados por la falta de respuesta de los jóvenes a las llamadas a filas. El hecho de que no se cumplan los objetivos marcados para engrosar el número de tropas, en un momento en EEUU ha incrementado su presencia militar en el Pacífico y Europa y la situación internacional puede requerir una implicación aún mayor. Esto significa que "un Ejército más pequeño está asumiendo una mayor carga de trabajo en misiones y adiestramiento que durante el apogeo de las guerras de Irak y Afganistán, lo que hace que los soldados estén fuera de casa ahora más que nunca", según analiza Military.com.

La reducción de los reclutas blancos destaca especialmente porque es el grupo demográfico mayoritario y el único que mantiene caídas continuas en los últimos años, mientras que el alistamiento de negros, hispanos o asiáticos ha sufrido alzas y bajas durante el mismo periodo. Según Military.com, "en 2018, el 56,4% de los nuevos reclutas fue categorizado como blanco. En 2023, esa cifra se había reducido al 44%. Durante ese mismo periodo de cinco años, los reclutas negros han pasado del 20% al 24% de la reserva, y los reclutas hispanos han aumentado del 17% al 24%, con ambos grupos con totales de reclutamiento prácticamente planos, pero aumentando como porcentaje de los soldados entrantes a medida que el reclutamiento de blancos ha disminuido".

Los oficiales entrevistados por el portal señalaron que "no hay una causa única", sino una confluencia de problemas que explican el desinterés de los estadounidenses por formar parte de las Fuerzas Armadas: el escrutinio partidista del servicio, una creciente epidemia de obesidad y un sistema de educación pública con fondos insuficientes. A éstos se suman las políticas DEI (Diversidad, Igualdad e inclusión, por sus cifras en inglés) implementadas por la Administración Biden, precisamente la que refleja las caídas más pronunciadas.