El Gobierno de Justin Trudeau fabricó información falsa para inculpar ilegalmente a los camioneros que protestaron contra los mandatos sanitarios en Canadá

La invocación de la controvertida “Ley de Emergencia” se basó en mentiras fabricadas por la inteligencia canadiense.

Un nuevo escándalo pesa sobre los hombros del Gobierno progresista canadiense. Una investigación del substack Public reveló que las agencias de inteligencia de Canadá fabricaron información falsa para inculpar en 2022 a los camioneros que protestaron contra las medidas sanitarias del primer ministro Justin Trudeau.

De acuerdo con Public, además de inculpar ilegalmente a los camioneros en su territorio, el Gobierno de Canadá también habría compartido la información falsa con las naciones que integran la alianza de inteligencia "Cinco Ojos", donde además de Canadá figuran países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.

La declaración de guerra contra los camioneros

En 2022, los camioneros canadienses iniciaron una revolución que le dio la vuelta a todo el mundo occidental.

Desde la región de Yukón, ubicada en el extremo noroeste canadiense, hasta la capital Ottawa, miles de chóferes se tomaron las principales carreteras del país norteamericano para exigir pacíficamente el fin de los restrictivos mandatos sanitarios impuestos por el Gobierno de Justin Trudeau bajo la excusa de la pandemia.

Con el correr de los días, los camioneros no quedaron solos en su magnánimo esfuerzo, sino que fueron respaldados por gran parte de la sociedad civil canadiense. Muchos expertos consideraron a las protestas como las más grandes en la historia del país. Un levantamiento civil transversal nunca visto en un país sin tradición de protesta.

El movimiento canadiense contra los mandatos de vacunación obligatoria fue tan inspirador que impulsó otra serie de protestas en los principales países occidentales contra las medidas sanitarias más radicales, incluyendo Estados Unidos, que imitó al reconocido “Freedom Convoy”.

Sin embargo, a pesar del apoyo casi absoluto a la manifestación, el Gobierno de Trudeau no reconoció el derecho a la legítima protesta y se fue desde el principio contra los manifestantes, acusando a los camioneros falsamente de formar parte de un movimiento de extrema derecha para después reprimirlos con la ayuda de los medios aliados, reveló Public.

La prensa canadiense tradicional, financiada en parte por el Gobierno con grandes sumas de dinero, impulsó la narrativa oficial de que el movimiento de los camioneros era racista, fascista o de extrema derecha. El propio Trudeau hizo comentarios públicos acusando a los legisladores conservadores de apoyar a un “grupo marginal” con opiniones “inaceptables”, tildando a los manifestantes de todo el país como radicales.

A las tres semanas de haber iniciado la gran protesta a nivel nacional, con carreteras y ciudades completamente tomadas por los camioneros y la sociedad civil canadiense, el Gobierno de Trudeau aprobó una cuestionada “Ley de Emergencia” nacional hasta “restablecer el orden en todo el país”.

“La invocación de la Ley por parte de Trudeau se basó en la supuesta amenaza de la extrema derecha y la violencia, pero los nuevos documentos que el podcaster Jeremy Mackenzie obtuvo a través de la ley de libertad de información de Canadá muestran que esta drástica medida se basó en información de inteligencia fabricada”, se lee en la investigación de Public, que ha revelado documentos que muestran como las agencias de inteligencia de las potencias occidentales han instrumentalizado sus recursos para atacar a los ciudadanos comunes.

En el caso específico de los camioneros en 2022, la invocación de dicha Ley de Emergencia fue un escándalo en su momento porque la misma no se había activado desde la Segunda Guerra Mundial. La ley le otorgaba facultades especiales al gobierno para anular las libertades civiles en nombre de la restauración del orden público.

Específicamente, la ley le permitió al Gobierno canadiense detener a manifestantes, congelar sus cuentas bancarias, confiscar bienes y desmantelar los bloqueos pacíficos, medidas que se aplicaron por semanas bajo la atenta mirada de la Administración Trudeau.

“Este escándalo parece sumarse a un creciente número de casos que revelan la politización de las agencias de inteligencia y seguridad en las naciones de los Cinco Ojos para lograr objetivos ideológicos, políticos y contrapopulistas”, sentenció Public, que además detalló que todavía no obtuvo respuesta por parte de las agencias de inteligencia o el Gobierno de Trudeau a propósito del escándalo.