Continúa la guerra entre Elon Musk y la Justicia de Brasil: el magnate denunció que podrían arrestar a los empleados de X

El máximo tribunal del país sudamericano abrió una investigación contra el dueño de X por supuestamente respaldar organizaciones criminales acusadas de esparcir desinformación.

Elon Musk se encuentra liderando una cruzada a favor de la libertad de expresión contra la Justicia brasileña, que lo acusa de "obstrucción a la justicia, pertenencia a una organización criminal e incitación al crimen". En este contexto, el dueño de X denunció públicamente que sus empleados en Brasil fueron amenazados con ser arrestados.

El magnate sudafricano apuntó primero contra Alexandre de Moraes, miembro del Tribunal Supremo de Brasil, para luego responderle en X al político local Nikolas Ferreira.

"Tenemos que conseguir que nuestros empleados en Brasil lleguen a un lugar seguro y que no estén en una posición de responsabilidad, entonces vamos a hacer un volcado de datos completo". En un tuit posterior agregó que "se les ha dicho que serán arrestados".

En cuanto a De Moraes, quien fuera nominado al máximo tribunal de su país por el expresidente Michel Temer, Musk escribió lo siguiente: "¿Cómo llegó Alexandre de Moraes a ser dictador de Brasil? Tiene a Lula (presidente de Brasil) atado de pies y manos".

Los comentarios del magnate llegan un día después de que la Justicia brasileña obligara a X a bloquear cuentas populares en el país sudamericano. "Próximamente, X publicará todo lo exigido por Alexandre de Moraes y cómo esas solicitudes violan la ley brasileña. Este juez ha traicionado descarada y repetidamente la constitución y al pueblo de Brasil. Debería dimitir o ser acusado. Vergüenza, Alexandre, vergüenza", expresó Musk al respecto el pasado domingo.

El Tribunal Supremo de Brasil investiga a Musk por "instrumentalización criminal" de X

Ante el "no" de Musk a De Moraes, se abrió una investigación en contra del magnate sudafricano por supuestamente respaldar organizaciones criminales acusadas de esparcir desinformación como justificación para cerrar sus perfiles en X.

"La conducta de X constituye, en teoría, no sólo un abuso de poder económico, al tratar de impactar ilegalmente en la opinión pública, sino también una flagrante inducción e instigación al mantenimiento de diversas conductas delictivas practicadas por las milicias digitales investigadas, agravando los riesgos para la seguridad de los miembros del Tribunal Supremo -como es fácilmente apreciable en los diversos mensajes con contenido de odio realizados en apoyo de los colgados por Elon Musk- y para el propio Estado democrático de Derecho", se lee en la investigación del Tribunal Suprema.

A su vez, X fue advertido de que la Justicia le impondrá una multa de 20.000 dólares diarios por cada perfil restablecido.

La versión brasileña de los Twitter Files

El periodista Michael Shellenberger fue el encargado de revelar un entramado entre el aparato estatal y la Justicia brasileña para silenciar voces disidentes, imponer restricciones inconstitucionales a los usuarios de X y espiarlos ilegalmente.

De acuerdo con Shallenberger, Moraes violó la Constitución de Brasil al exigirle a la empresa, que en ese entonces era Twitter, que revelara información privada de ciertos usuarios de la red social que utilizaban hashtags considerados "inapropiados" por el magistrado. A su vez, De Moraes "censuró, por iniciativa propia y sin ningún respeto al debido proceso, publicaciones en Twitter de parlamentarios del Congreso brasileño".

Ante la negativa de Twitter a ceder ante las demandas de miembro del Tribunal Suprema, el Gobierno de Lula intentó demandar al principal abogado de la red social.

Según informó el medio local Revista Oeste, las acciones de Moraes violarían al menos cuatro artículos de la Ley de Abuso de Autoridad (Ley 13.869/2019).

"En este momento, Brasil aún no es una dictadura. Todavía hay elecciones y el pueblo brasileño tiene otros medios a su disposición para enfrentar el autoritarismo. Pero el Tribunal Supremo Federal y el Tribunal Superior Electoral interfieren directamente en esas elecciones mediante la censura. (...) Y De Moraes intentó convertir las políticas de moderación de contenidos de Twitter en un arma contra los partidarios del entonces presidente Jair Bolsonaro", escribió Shellenberger en X, en una publicación que superó rápidamente las 15 millones de reproducciones.

Los 'Twitter Files de Brasil' también salpicaron a otras empresas grandes, como Google, Facebook, Uber, WhatsApp e Instagram, cuyos directivos habrían cedido ante la avanzada de Moraes. "De comprobarse tales pruebas, los ejecutivos de estas empresas se comportaron como cobardes: proporcionaron al gobierno brasileño datos personales de registro y números de teléfono sin orden judicial y, por tanto, violando la ley", añadió el periodista.