Los conflictos políticos obstaculizan el tren bala de California

La vía iba a conectar Los Ángeles y San Francisco en menos de tres horas. Ahora el proyecto lleva años de retraso y su gasto se aumentó en 80.000 millones de dólares.

California estaba preparada para vivir un hecho histórico en forma de obra de ingeniería. Se trataba de la construcción del primer tren bala de Estados Unidos, que conectaría Los Ángeles y San Francisco. Las más de 380 millas que separan las dos áreas metropolitanas más pobladas de California se iban a ver beneficiadas por un tren que reduciría el tiempo en más de tres horas, viajando a una velocidad media de 200 mph. A través de las autopistas, un californiano tarda alrededor de seis horas; con el tren bala, dos horas y cuarenta minutos aproximadamente.

Según un reportaje elaborado por The New York Times, las desavenencias políticas son la principal causa por las que la construcción del tren no salió adelante tan pronto como se esperaba. El mayor interesado y precursor de la construcción del proyecto fue el exgobernador demócrata Jerry Brown. Ahora, con su sucesor al frente, el también demócrata Gavin Newsom, California tendrá que seguir esperando a tener su tren bala.

Conflictos políticos

La Société Nationale des Chemins de Fer Français (SNCF) fue la empresa que se iba a encargar de la construcción de la vía férrea de alta velocidad entre Los Ángeles y San Francisco. Con experiencias similares en Europa y Asia, el ente francés, de titularidad pública, llegó a California con el propósito de beneficiar a millones de viajeros.

Viendo los conflictos políticos que surgieron a raíz del proyecto, la SNCF decidió marcharse -debido a que las administraciones no escucharon sus recomendaciones- y construir en el Norte de África. Varios representantes políticos creyeron que desviando el trayecto hacia ciudades de California Central y el desierto de Mojave ayudaría a las economías locales y a más ciudadanos.

"Hubo muchas cosas que salieron mal. La SNCF estaba muy enfadada. Le dijeron al Estado que se iban al norte de África, que era menos disfuncional políticamente. Se fueron a Marruecos y les ayudaron a construir un sistema ferroviario", explicó Dan McNamara, director de proyectos de carrera de la SNCF.

El gasto aumentó en 80.000 millones de dólares

Los problemas surgieron con el desvío del trayecto férreo. En un primer momento, se quiso conectar las dos áreas metropolitanas directamente, con la construcción de túneles y puentes. Su diseño se fue modificando para que el tren bala enlazase a más ciudades a través del desierto de Mojave.

Cada una de las propuestas y cambios del trayecto fue encareciendo el proyecto. Cuando los californianos votaron por primera vez en 2008, el gasto inicial era de 33.000 millones (billion) de dólares, para una obra que tendría que estar acabada y en funcionamiento en 2020. Ahora, la Autoridad del Tren de Velocidad de California estima que el coste final sea 113.000 millones de dólares.

Con el proyecto en su primera fase, hasta ahora solo 171 millas de vía están en construcción. Se espera que este primer tramo comience a operar en 2025.