China está más cerca de alcanzar a Estados Unidos en cuanto a gasto militar. Eso es lo que sostiene un último informe elaborado por el American Enterprise Institute, que viene a corroborar las acusaciones de la inteligencia norteamericana. De acuerdo con estas nuevas estimaciones, China logra ocultar cerca del 70% de su inversión real en defensa. Esto deja sus gastos militares en cerca de 710.000 millones de dólares, casi tanto como los 742.200 millones de Estados Unidos.
De forma pública, el Gobierno chino asegura que sus ejércitos y su infraestructura de defensa requiere de un gasto de 226.000 millones de dólares anuales. Desde Estados Unidos esta cifra se ha puesto mucho en duda. Los reportes de la inteligencia norteamericana indicaron que la suma total podría ser mucho mayor. Guiados por estos reportes, los congresistas Mitt Rommey, Joe Manchin, Dan Sullivan y Angus King promovieron una ley para que el país fuera consciente de la inversión real de China en defensa.
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Research from AEI's @MEaglen estimates that China's true military spending is $710.6 billion.
This calculation is 3x larger than Beijing's self-reported totals and several billion dollars higher than estimates from the US intelligence community. pic.twitter.com/9573fQjFGL
— American Enterprise Institute (@AEI) April 29, 2024
Mackenzie Eaglen, analista senior del American Enterprise Institute, lleva alertando varios meses acerca de la dimensión total del empoderamiento militar en China. A finales del mes de abril, Eaglen estimó de forma definitiva la velocidad real del rearme de China, que se aleja de los datos que ofrece el Partido Comunista chino. Las principales razones son un tejemaneje en las contabilidades chinas y en la financiación de aparatos paramilitares que no se contabilizan como inversión pura en Defensa.
Ausencia de paridad en el poder adquisitivo
En el centro de la cuestión también esta una estudio aplicando una metodología que contemple la paridad de poder adquisitivo y la brecha que hay al respecto de esto entre Estados Unidos y China. Es decir, lo que realmente el Gobierno chino puede lograr en China con su inversión frente a lo que el estadounidense adquiere en Estados Unidos. Este paradigma de costes bajos en China potencia de manera exponencial estos lo que el Gobierno invierte. Las comparaciones de valor nominal no tienen en cuenta las diferencias económicas básicas que permiten a China obtener más por su inversión. La simple conversión del gasto en yuanes chinos a dólares estadounidenses basada en un tipo de cambio de divisas sobrevalora la capacidad estadounidense si China paga bastante menos por mano de obra, salarios y productos.
"Con demasiada frecuencia, el público estadounidense se siente cómodo creyendo que el ejército de Estados Unidos sigue estando por delante de todos sus competidores, con estadísticas engañosas que ilustran erróneamente que el gasto en defensa de Estados Unidos empequeñece el de los 10 países siguientes juntos", lamenta el informe de Mackenzie Eaglen.
China refuerza su poder militar
En su posición de segunda potencia militar mundial, China es el competidor directo de Estados Unidos en la escena geopolítica. Este paradigma se ha reforzado en los últimos años en torno al escenario del Pacífico, dónde el gigante asiático lucha por hacer crecer su influencia. El mayor ejemplo es la pugna por el llamado mar de China y por la soberanía sobre Taiwán.
El Departamento de Defensa estimó a finales de 2023 que China había aumentado exponencialmente sus capacidades militares en los últimos años. Unas capacidades que históricamente se han centrado en la defensa, con movilizaciones de corto y medio alcance y con pocas capacidades de despliegue en el exterior. Sin embargo, la creciente inversión en su marina y en sus medios aéreos preocupó al Pentágono.
¿Puede Estados Unidos mantener el ritmo?
Ante el aumento de gastos militares de su competidor geopolítico directo, Estados Unidos debe tomar decisiones acorde a la información que se refleja en el informe de Eaglen. El trabajo del American Enterprise Institute urge a la comunidad de inteligencia estadounidense a compartir sus conclusiones sobre el alcance y la escala del presupuesto militar de China. "Si las estimaciones de la comunidad de inteligencia sobre el presupuesto militar de China se aproximan a las de Estados Unidos, la opinión pública y los responsables políticos estadounidenses deben estar informados".
En este sentido, Eaglen aplaudió la iniciativa de los congresistas y su ley bipartidista para que el Pentágono elabore informes ajustados a la realidad y que estos sean sometidos al Congreso y a la opinión pública. Para la analista senior, los responsables políticos deberían ir un paso más allá y animar a las agencias de inteligencia a hacer públicas sus propias estimaciones, ya que la existencia de estimaciones contrapuestas contribuiría en gran medida al debate sobre la gravedad de la amenaza militar china.
