Los Óscar se fueron por todo lo alto. La ceremonia, presentada por el humorista Jimmy Kimmel y retransmitida por la cadena ABC, atrajo a 19,5 millones de espectadores en todos los Estados Unidos, según los datos de audiencia que la empresa Nielsen realiza y ajusta por zona horaria.
Esta cifra convierte a la 96ª edición de los premios más importantes de la industria cinematográfica en la gala más vista desde la pandemia. En 2020, recuerda Variety, la ceremonia la siguió un total de 23,64 millones de espectadores. Sin embargo, un año después y debido en parte a que entregaron a finales de abril y no a principios de marzo, los premios los siguieron únicamente 10,4 millones de espectadores, marcando su mínimo histórico.
Tras el importante bajón, la ceremonia fue recuperando progresivamente su audiencia, llegando a los 19,5 millones de espectadores que cosechó este domingo, lo que supone un incremento del 4% respecto al año pasado, cuando la gala la siguieron un total de 18,76 millones de espectadores.
La ceremonia de los Óscar se convierte en la más seguida de la temporada de premios
Una subida que, consideran los expertos, podría deberse al hecho de que se decidió adelantar la ceremonia una hora, de tal forma que la entrega de Mejor película entrase dentro del prime time de todo Estados Unidos. Un dato que, efectivamente, se cumplió, ya que la última media hora, recoge The Hollywood Reporter, la siguieron un total de 21,9 millones de espectadores.
A pesar del ligero aumento de las audiencias, Nielsen también detectó una bajada en las personas de entre 18 y 49 años que decidieron ver esa noche la gala. De esta forma, únicamente 5,03 millones de personas de esa franja de edad sintonizaron la entrega de los Óscar, un porcentaje ligeramente inferior a los 5,32 millones que se decantaron por seguir la ceremonia el año pasado.
Es el único dato negativo que arroja el rating de los Óscar. Al igual que pasa cada año, la entrega de estas estatuillas fue la más seguida dentro de la temporada de premios, superando a los Grammy (17,09 millones de espectadores) y a los Globos de Oro (9,47 millones de espectadores) que también percibieron un ligero aumento respecto a ediciones anteriores. Menos suerte tuvieron los Emmy que, con tan sólo 4,3 millones de espectadores, registró su mínimo histórico, convirtiéndose en la edición menos vista de la historia.
