En los últimos años, las agresiones contra las iglesias se están intensificando, alcanzando unos niveles de hostilidad de gran impacto. En los últimos seis años, los ataques contra los edificios de culto cristiano se dispararon en un 800%, siendo 2023 el año en el que se registró un mayor número de incidentes.
Según un informe del think tank Family Research Council (FRC), el año pasado (entre enero y noviembre) se produjeron 436 ataques o agresiones contra las iglesias, más de la mitad que los contabilizados entre 2018 y 2023 (915). Los meses más "hostiles" fueron junio y julio; en el polo opuesto, se encuentran febrero y marzo.
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En 2018, el FRC registró 50 agresiones contra iglesias y, en 2019, fueron 83. Mientras que, en 2020, el número de ataques bajó a 55, en 2021 se produjeron 96. En 2022 se contabilizaron 195.
Los actos de vandalismo predominan y California, el estado que se registraron más ataques
En cuanto a los tipos de ataques causados en las iglesias entre enero y noviembre de 2023, la gran mayoría consistieron en actos de vandalismo (315), seguidos de incendios provocados (75), amenazas de bomba (20) y ataques relacionados con armas de fuego (10). Otros 17 fueron una combinación de varios tipos de ataques y el FRC categorizó 37 como "otros".
Por estados, sólo en dos no se registró ningún ataque: Hawái y Wyoming. En el otro lado de la balanza, California lideró el ranking de agresiones con 33, seguido de Texas (28), Tennessee (26), Ohio (24), Florida (23) y Nueva York y Carolina del Norte (22 cada uno).
Las razones que llevaron a los delincuentes a cometer ataques contra las iglesias en 2023 fueron muy diferentes, desde cuestiones políticas hasta ira contra la religión. Además, también se cometieron robos dentro de los templos. "Algunos actos de vandalismo contra iglesias parecían estar motivados por la ira hacia la iglesia en cuestión. Otros actos parecían tener una motivación política. Algunos incidentes parecían haber sido cometidos por menores o personas con enfermedades mentales. En varios casos de vandalismo también se cometieron robos. Muchos actos de vandalismo contra iglesias estaban siendo investigados penalmente; una minoría estaban siendo investigados como delitos de odio. A menudo la policía no pudo identificar a los vándalos", dijo la FRC.
