Los encuentros en Pekín entre el secretario de Estado, Antony Blinken, con Xi Jinping y el ministro de Relaciones internaciones chino, Wang Yi, resultó en un intercambio de reproches y llamadas a la colaboración entre ambas superpotencias. Desde el régimen comunista se advirtió de la peligrosa "espiral descendente" que están viviendo las relaciones entre ambos países debido a al crecimiento de "factores negativos" en los últimos tiempos. Blinken, por su parte, reclamó al presidente chino que intensifique la lucha contra el fentanilo y le pidió que medie para conseguir paz en Oriente Medio.
En declaraciones recogidas por AFP, el presidente chino señaló que ambas potencias económicas deberían ser "socios, no rivales", advirtiendo de que quedan "muchos problemas" por resolver en sus relaciones bilaterales. No obstante, Xi reconoció que los dos países han "realizado algunos progresos positivos" desde que se reunió con el presidente estadounidense, Joe Biden, a finales del año pasado, según el canal estatal chino CCTV.
El mandatario propuso "tres grandes principios" para la convivencia de ambas naciones: "respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa para todos. La Tierra es suficientemente grande como para albergar el desarrollo común y (...) la prosperidad de China y Estados Unidos", insistió el presidente chino.
Ucrania, Filipinas y Fentanilo
Por su parte, Blinken intercambió las críticas al gigante asiáticos con llamadas a la cooperación. En primer lugar, criticó su apoyo a Rusia en la guerra contra Ucrania, asegurando que este conflicto no sería posible sin el respaldo del régimen comunista a Vladimir Putin. Además, le advirtió sobre "las peligrosas acciones de Pekín en el Mar de China Meridional" cerca de Filipinas: "Dejé claro que, aunque EEUU continuará rebajando las tensiones, nuestros compromisos de defensa con Filipinas siguen siendo férreos".
Además, reclamó al líder comunista chino que su país intensifique la lucha contra el tráfico de fentanilo que inunda las calles de EEUU, ya que gran parte de la droga -o de sus componentes básicos- procede de China. En la rueda de prensa, Blinken subrayó que "destaqué la importancia de que la RPC (República Popular China) adopte medidas adicionales, en particular para procesar a quienes venden químicos y equipos utilizados para fabricar fentanilo".
Blinken también pidió a Xi la implicación del gigante asiático en el conflicto de Oriente Medio, asegurando que "creo que las relaciones que mantiene China pueden ser positivas para tratar de calmar las tensiones, evitar la escalada, evitar la extensión del conflicto.
Detener la "espiral descendente" en las relaciones bilaterales
Antes, el secretario de Estado se había reunido durante cinco horas con su homólogo chino, Wang Yi, con quien mantuvo "conversaciones extensas y constructivas". En el encuentro, Yi criticó las presiones económicas de la Administración Biden, como el veto a las exportaciones de semiconductores y la aprobación de una ley para la prohibición de TikTok en EEUU si no corta lazos con su matriz china, vinculada con el Partido Comunista de este país.
Wang apuntó que las relaciones entre ambas potencias "estaban empezando a estabilizarse" tras la reunión en noviembre en San Francisco entre sus presidentes, pero que desde entonces "se están creando y aumentando los factores negativos en la relación". Para no continuar en una "espiral descendente" el canciller chino exigió a Estados Unidos "no rebase la línea roja" de Pekín sobre soberanía, seguridad y desarrollo.
Taiwán, línea roja
Según la agencia de noticias china Xinhua, Wang fue especialmente contundente al hablar sobre Taiwán, a la que considera la "primera línea roja" que no debe cruzar EEUU. Según el canciller, China exige que Estados Unidos "respete el principio de una sola China" tanto en las palabras como en los hechos. Así, EEUU debe abstenerse de enviar señales erróneas a los separatistas de la "independencia de Taiwán", cumplir el compromiso del presidente estadounidense Joe Biden de no apoyar la "independencia de Taiwán", de no apoyar "dos Chinas" o "una China, un Taiwán", y de no tratar de utilizar la cuestión de Taiwán como herramienta para contener a China.
Interferencia electoral
Tras el encuentro con el máximo mandatario chino, Blinken concedió una entrevista a CNN. El jefe de la diplomacia norteamericana señaló que Estados Unidos tiene indicios de que Pekín intentará "influir y, posiblemente, interferir" en las elecciones de noviembre.
"Hemos visto, en términos generales, pruebas de intentos de influir y podría decirse que de interferir, y queremos asegurarnos de que eso se corta lo antes posible. Cualquier interferencia de China en nuestras elecciones es algo que estamos examinando muy detenidamente y es totalmente inaceptable para nosotros, por lo que quería asegurarme de que volvían a oír ese mensaje", dijo Blinken.
Pese a estas afirmaciones, el régimen comunista ha reiterado que jamás ha tratado de interferir en las elecciones estadounidenses.
