Un organismo noruego pide abandonar sus directrices de transición de género por considerarlas experimentales

La agencia de investigación médica resaltó que estos tratamientos conllevan muchos riesgos en los menores y se basan en pruebas insuficientes.

La Junta de Investigación de Atención Médica de Noruega (UKOM) pidió revisar las directrices actuales de “afirmación de género” luego de considerar que los bloqueadores de la pubertad, las hormonas y las cirugías de cambio de sexo en menores de edad son experimentales.

Un informe de la UKOM señaló que los tratamientos para niños y jóvenes con disforia de género deberían estar basados en investigaciones que garanticen protocolos claros y salvaguarden la vida de los pacientes, y este podría no estar ocurriendo debido a la falta de evidencia médica que respalde dichos procedimientos.

“La base de conocimientos, especialmente los basados en la investigación para el tratamiento de reafirmación de género (hormonal y quirúrgico), es deficiente y los efectos a largo plazo son poco conocidos (…) Esto es especialmente cierto para la población adolescente, en la que tampoco se conoce la estabilidad de su incongruencia de género”, indica el reporte de la agencia encargada de investigar la atención médica de Noruega.

La Sociedad para la Medicina de Género Basada en la Evidencia (SEGM) conformada por médicos e investigadores internacionales explicó mediante un hilo de publicaciones de Twitter, que actualmente las directrices de Noruega que definen los tratamientos médicos para los menores de edad con disforia de género ni siquiera requiere evaluaciones psicológicas.

“Estas intervenciones ampliamente disponibles son irreversibles, conllevan muchos riesgos y se basan en pruebas insuficientes”, compartió la SEGM.

La sociedad también compartió algunas partes relevantes del informe de la UKOM, como “la falta de especificidad con respecto a la evaluación y determinación de la necesidad médica de intervenciones riesgosas e irreversibles proporcionadas a jóvenes cuyas identidades aún se están formando”, y las “preocupantes tendencias en el rápido aumento de la disforia de género en adolescentes (especialmente mujeres), la alta carga de enfermedades mentales (75%) y una alta prevalencia de condiciones neurocognitivas (TDAH/autismo, Tourette) en la juventud afectada”.

Las recomendaciones de la UKOM van de la mano con las rectificaciones que han hecho otros países europeos como Inglaterra, Finlandia y Suecia, donde las transiciones de género para los menores de edad ahora serán una excepción y no la regla.