Tres trenes de Norfolk Southern descarrilan en Pennsylvania

El incidente vuelve a poner en cuestión a la compañía ferroviaria a poco más de un año del incidente en East Palestine, Ohio.

Tres trenes de la compañía ferroviaria Norfolk Southern descarrilaron la mañana del sábado en Pennsylvania cerca de la ciudad de Bethlem, de acuerdo con las autoridades locales. Las mismas informaron que no hubo heridos.

"El accidente provocó un vertido de gasóleo al río Lehigh y se han desplegado barreras de contención", afirmó el Departamento de Policía de Lower Saucon en un comunicado, en el que también informó que uno de los vagones había derramado plástico de polipropileno.

Aunque la Policía aseguró que no hay evacuaciones en curso porque ninguno de los materiales vertidos es peligroso, pidió a los vecinos que "permanezcan fuera de la zona para que los primeros auxilios y el personal de Norfolk Southern puedan seguir evaluando y trabajando en el lugar". El condado reiteró el pedido en sus redes sociales:

Norfolk Southern confirmó que no hubo "informes de lesiones a los miembros de nuestra tripulación" y que tampoco "se detectaron materiales peligrosos en los vagones".

"Nuestros equipos y contratistas permanecerán en el lugar durante los próximos días para limpiar, y agradecemos la paciencia del público mientras trabajan de la forma más rápida, exhaustiva y segura posible", aseguró la empresa, que también prometió investigar el incidente.

También aseguró que examinará las causas del descarrilamiento múltiple la National Transportation Safety Board, agencia federal independiente a cargo de investigar accidentes de transporte.

Triple descarrilamiento

El incidente ocurrió cuando un tren en dirección este colisionó con otro que se encontraba detenido en la misma vía, según declaraciones de un portavoz de la National Transportation Safety Board recogidas por el medio local lehighvalleylive.com.

Un tercer tren, dirección oeste, impactó con los restos del otro accidente, que se habían precipitado a la vía adyacente. Al menos dos locomotoras acabaron parcialmente sumergidas en el Lehigh River y un número no precisado de vagones quedaron cruzando las dos vías.

Norfolk Southern, en la mira

El incidente se produce a un año y un mes del descarrilamiento de un tren de carga de Norfolk Southern en East Palestine, Ohio. El 3 de febrero de 2023 un vehículo de la compañía descarriló cerca de la ciudad, vertiendo carga tóxica.

Los vecinos reclaman desde entonces a la empresa, al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, y al presidente Biden, que tardó un año en visitar la zona del accidente. Este último apuntó contra la ferroviaria, asegurando que había sido "fue un acto de codicia. Era 100% evitable".

Voceros de la compañía aseguraron que el episodio de East Palestine había servido para mejorar su capacidad de respuesta a incidentes similares, como el de este sábado. Así lo había asegurado también el CEO de la compañía, Alan Shaw, que volvió a caer nuevamente en el ojo de la tormenta. Criticado por el descarrilamiento de hace un año, tan sólo la semana pasada surgieron reportes de que había recibido un aumento del 37% de la retribución a pesar del incidente.

Un grupo de inversores, encabezados por Ancora Holdings, estaría intentando reemplazar a Shaw. En una carta a la presidente del Consejo de Administración, explicaron sus motivos:

Hemos dejado claro que su actual consejero delegado ha presidido los peores resultados de explotación del sector, un rendimiento inferior sostenido de la cotización de las acciones y una respuesta ineficaz y sorda al descarrilamiento evitable de East Palestine, Ohio.

Hay numerosos ejemplos de consejos de administración que adoptan la medida responsable de reducir -no aumentar- la remuneración de los ejecutivos tras las catástrofes. En situaciones que consideramos comparables al descarrilamiento de East Palestine, como el vertido de petróleo de BP p.l.c. en 2010 y los accidentes del 737 MAX de The Boeing Company, los consejos de administración suelen cesar o exigir responsabilidades al consejero delegado. Por el contrario, el Consejo de Administración de Norfolk Southern recompensó a su director general con un enorme aumento de sueldo, elevando su compensación a más de 100 veces la del empleado medio.