World Aquatics, la organización reconocida por el Comité Olímpico Internacional para regular las competencias internacionales en deportes acuáticos, informó de que las personas transgénero podrán competir en una “categoría abierta”, que será creada . En junio de 2022, el organismo prohibió a los trans participar en la competencia internacional femenina. Más del 70% de las federaciones miembros de la World Aquatics votaron a favor de la medida.
Swimming will set up an “open category” that will include transgender competitors, the governing body of the sport said Tuesday.https://t.co/cmiEeR0uJh
— The Silent Majority (@siIentmajority) July 26, 2023
El presidente de la organización, Husain Al-Musallam, explicó que el evento se realizará en el futuro. Sin embargo, no detalló sobre las fechas en la que entrará en vigencia, aunque los los medios adelantan que podría ser este mismo año.
“Este es un tema muy complejo. Pero estoy encantado de decirles hoy que ahora estamos haciendo planes para la primera prueba de una categoría abierta, y esperamos poder confirmar todos los detalles pronto”, dijo Al-Musallam en unas declaraciones recogidas por Associated Press durante el Congreso Mundial Acuático en la ciudad de Fukuoka, en el suroeste de Japón.
Agregó:
“Tenemos que proteger los derechos de nuestros atletas para competir, pero también tenemos que proteger la equidad competitiva en nuestros eventos, especialmente la categoría femenina en las competencias”, sostuvo el presidente de la organización.
El debate sobre la participación de transgéneros en competencias para mujeres se intensificó luego de que la nadadora estadounidense Lia Thomas ganara el estilo libre de 500 yardas femenino en los campeonatos de la Asociación Nacional de Atletismo Universitario en Atlanta, convirtiéndose en el primer transgénero en reclamar un título nacional de natación. Sus compañeras en la Universidad de Pennsylvania no se mostraron contentas con la decisión y aseguraron que Thomas tuvo ventajas en la competencia. Además indicaron que no se sentían cómodas en los vestuarios cuando Thomas estaba.
“A mis compañeras y a mí nos obligaban a desvestirnos en presencia de Lia Thomas, un hombre biológico de 1,80 m de altura y con los genitales masculinos totalmente intactos, 18 veces por semana. Algunas chicas optaban por cambiarse en los lavabos y otras utilizaban el baño familiar para evitarlo. Cuando intentamos expresar nuestra preocupación al Departamento de Atletismo, nos dijeron que el Lia nadara y estuviera en nuestro vestuario no era negociable y nos ofrecieron servicios psicológicos para intentar reeducarnos para que nos sintiéramos cómodas con la idea de desnudarnos delante de un varón”, contó Paula Scanlan, una de sus compañeras.
