Rechazo en la OTAN y la Unión Europea ante la idea de enviar tropas a Ucrania

Francia matizó la información que el primer ministro eslovaco filtró este lunes y no descarta nada, mientras sus aliados se oponen a la presencia de uniformados occidentales dentro de la fronteras ucranianas.

Polémica y malentendidos en Europa tras y durante la reunión de jefes de Gobierno convocada en París por Emmanuel Macron para abordar el apoyo occidental a Ucrania. Este lunes, el primer ministro eslovaco, el populista Robert Fico, filtró a la prensa que presuntamente algunos miembros de la OTAN y la Unión Europea pretendían enviar militares a Ucrania.

Las afirmaciones del primer ministro eslovaco, que gobierna en coalición con una derecha prorrusa de la que es cercano, provocaron una aluvión de desmentidos por partes de varios Gobiernos europeos, además de la Secretaría General de la OTAN este martes. El único Gobierno en matizar estas declaraciones sin descartar por completo el envío de tropas a Ucrania fue Francia, a través de su jefe de Estado y de su responsable de Exteriores, Stéphane Séjourné.

El ministro francés de Exteriores, en la misma línea que su presidente, aseguró en declaraciones recogidas por AFP este martes que "la presencia de tropas occidentales en Ucrania no traspasaría ningún umbral de beligerancia". Séjourné habló de no descartar ninguna opción para poder seguir brindando apoyo a Ucrania con nuevas fórmulas que sirvan para frenar el avance ruso y disuadir a Putin de continuar con su ofensiva en Ucrania. "Algunas de estas acciones podrían requerir una presencia en territorio ucraniano sin cruzar el umbral de la beligerancia", añadió.

El Gobierno francés citó algunos ejemplos de misiones no-bélicas llevadas a cabo por personal uniformado. Desminado, seguridad de países vecinos como Moldavia, la lucha contra los ciberataques, apoyo a Ucrania en su frontera con Bielorrusia con fuerzas no militares y fabricación conjunta de armamento en suelo ucraniano.

Las propuestas del Gobierno francés de Macron y su primer ministro Gabriel Attal pasan este martes por el escrutinio de la Asamblea Nacional, donde la oposición les afeó haber provocado una escalada de tensión con el Gobierno ruso. En el centro de estos reproches, la France Insoumise, partido de extrema izquierda, y el Rassemblement National de Marine Le Pen. "Juega a ser un jefe de guerra (...) pero está hablando de la vida de nuestros hijos", dijo la política conservadora, a quien le afearon en respuesta sus cercanías con Rusia previo a la guerra en Ucrania.

La UE y la OTAN se alejan de la postura francesa

El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, declaró desde el cuartel general de la alianza en Bruselas que ningún miembro del bloque enviaría tropas a Ucrania. Stoltenberg fue tajante en su postura. "No hay planes para tropas de combate de la OTAN sobre el terreno en Ucrania”, aclaró el secretario general de la alianza. "Los aliados de la OTAN están proporcionando un respaldo sin precedentes a Ucrania. Lo hemos hecho desde 2014 y lo intensificamos tras la invasión", añadió.

Otra gran potencia militar europea, Alemania, cerró filas con la Secretaría General de OTAN y desmintió la posibilidad o el plan de enviar elementos armados de sus Fuerzas Armadas a Ucrania, ya sea para combatir o en otro tipo de misión o tareas. "No habrá soldados en suelo ucraniano enviados allí por países europeos o países de la OTAN", declaró el canciller alemán Olaf Scholz. El Gobierno español estuvo en la misma sintonía, así como Polonia e Italia, con con el resto conforman las grandes potencias militares dentro de la UE. El Reino Unido también aclaró su posición en contra de la presencia de uniformados.

La Casa Blanca se unió a la tanda de desmentidos este martes. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Adrienne Watson sostuvo en un comunicado recogido por AFP que "El presidente Biden ha dejado claro que EE.UU. no enviará tropas para luchar en Ucrania".

"No le conviene para nada a esos países"

El Kremlin añadió su comentario sobre el asunto este martes. El portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, aseguró que "no le conviene para nada a esos países" durante una rueda de prensa celebrada en Moscú. No dejó pasar por alto sin embargo estos comentarios, que calificó de "muy importantes" en el contexto del conflicto. En el pasado, el régimen de Putin ya advirtió de que la presencia de contingentes occidentales en Ucrania supondría entrar en guerra abierta con Rusia. El principio de destrucción mutua asegurada, dado la amenaza nuclear de la que dispone Rusia como disuasión, impide este escenario.

La tensión entre Rusia y los países occidentales aumentó un paso más en las últimas semanas a causa de la muerte del disidente ruso Alexéi Navalni, en lo que muchos creen que se trata un asesinato a manos del Gobierno de Putin. A raíz de esto, varios países llamaron a consultas a sus embajadores en Moscú, además de convocar a las misiones diplomáticas rusas.