La guerra que hoy se libra en Medio Oriente no solo es con armas y balas. También hay un conflicto comunicacional, de propagandas y narrativas, en curso. Gran parte de toda la prensa occidental de izquierda, muchos de sus gobiernos, aunque también serían víctimas del fundamentalismo islámico, han salido a condenar a Israel por su legítimo derecho a la defensa y su búsqueda de justicia.
Para aclarar un poco todo aquello de lo que acusan a Israel, conversamos con el capitán Roni Kaplan, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Le preguntamos directamente: ¿hay un genocidio en curso en Gaza?, a lo que respondió: "Detrás de quienes dicen que cometemos un genocidio hay un antisemitismo claro".
Por supuesto que han muerto civiles palestinos, por el conflicto; pero es que, como explica, es inevitable, sobre todo cuando su muerte es parte de la estrategia del enemigo.
"No hay guerra en la que no haya daños colaterales ni heridas a civiles. Nosotros hacemos todo lo que está a nuestro alcance para disminuir el máximo".
"No hay ninguna guerra en la historia moderna en la que se hayan limitado tanto los daños colaterales como en esta", insistió Kaplan.
El capitán explicó que Israel no solo ha evitado el daño colateral porque no es su intención matar civiles, porque le duele, porque tiene principios, sino porque, además, está sometida al derecho internacional.
Recuerda, también, que Israel ha sacrificado grandes recursos de la guerra, como el factor sorpresa, amén de que los civiles palestinos puedan resguardarse de las bombas y las balas.
"Nosotros llevamos semanas solicitándole a los civiles de la franja de Gaza que evacúen al sur. Hoy abrimos un corredor de evacuación. Les lanzamos cerca de 10 millones de solicitudes. Les hemos lanzado pancartas, de todo. Porque eso es una zona de combate y de peligro. Y 800 mil personas se fueron de ahí, por más que el portavoz de Hamás les pide que se queden por la causa".
Roni Kaplan sabe que Hamás entiende bien que su guerra también es de propaganda y que, sorprendentemente, no les va mal. De hecho, en algunas plazas el grupo terrorista está ganando, porque "utiliza nuestras sensibilidades, como hijos de Occidente, con el objetivo de cometer crímenes".
Claro. Como, a diferencia de ellos, en Occidente la vida importa y los niños y las mujeres son sagrados, entonces los usan, como escudos humanos, para que el mundo les compre el relato.
"Se suben sobre el prejuicio de la gente", dijo Roni Kaplan.
Es increíble, claro, que Hamás venda su propaganda. Al final por encima parece obvio: es el Estado de Israel, que es la única democracia de Medio Oriente, contra un grupo terrorista que mata niños y viola mujeres. Y, aún así, vende su propaganda. En ese sentido, el portavoz de las Fuerzas de Defensa reconoce que Israel tiene mucho que aprender, para poderse explicar mejor.
"Nosotros no terminamos de entender de forma cabal —y no lo estamos pudiendo comunicar—, que la religión, en algunos casos, ha transformado a esta gente joven en asesinos".
"Estos grupos lo que quieren, y lo dicen abiertamente, es imponer un califato sobre los escombros de Israel", dijo.
Roni Kaplan también explicó cuáles son los objetivos militares de Israel en Gaza y por qué decidieron entrar en el territorio dominado por el grupo terrorista.
"Nosotros no estamos llevando a cabo una venganza por el 7 de octubre. Nosotros estamos es llevando a cabo el entendimiento, de acuerdo a la doctrina de seguridad, de que lo que sucedió el 7 de octubre no puede volver a suceder jamás en la historia"
Es consciente, eso sí, que la guerra no se acaba destruyendo a Hamás, pero explicó que Israel tiene la responsabilidad de garantizar que Gaza no vuelva, jamás, a ser territorio desde el que a diario vuelen misiles contra Tel Aviv.
"Podemos desmantelar su estructura militar y al régimen, la estructura del Gobierno, pero aquí hay un tema del Islam contra Occidente", explicó.
Tajante, insistió Roni Kaplan en la trascendencia de la campaña que hoy emprende el pueblo de Israel: "Nosotros somos la primera línea de la lucha del terror contra Occidente y si Hamás rebasa esa barrera, no van a avisar dónde van a atacar".
El otro gran mito: Israel es un Estado apartheid. Y, aunque es algo que también luce evidente, hay que explicarlo. En Israel hacen vida los árabes musulmanes sin problema. Muchos, de hecho, prefieren vivir en Israel a hacerlo en países árabes, por las libertades de las que gozan.
"Es una demonización decir que somos un Estado segregacionista", dijo Roni Kaplan.
"En Israel hay 21% de árabe, 92% de ellos son musulmanes, un juez árabe de la Suprema Corte de Justicia llevó a la cárcel a un presidente 'blanco'. Hay libertad de votación", explicó.
Hoy la sociedad israelí está de luto, pero también está más viva y unida que nunca. Les une el deseo de paz, de libertad y de que las próximas generaciones no tengan que pelear las guerras que pelea la de hoy.
Lo dijo el capitán Roni Kaplan: "Esta guerra no se la quiero pasar a mi hijo. Estoy aquí, vestido de verde, para que mi hijo no se tenga que vestir de verde".
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