La BBC publicó un informe sobre la dura situación en el sur del Líbano en el marco de la guerra en Medio Oriente. En el reporte, la emisora británica minimiza la importancia del papel de Hezbolá en la destrucción de la zona, y se enfoca principalmente en el conflicto actual. No obstante, si se analiza con detenimiento, uno puede percatarse de cómo este grupo terrorista ha influido en la devastación de la región.
Seth Frantzman subraya en un análisis publicado por el Jerusalem Post que Hezbolá ocupa ilegalmente el sur del Líbano y ha plagado el área de todo tipo de armas -de fabricación libanesa e iraní- e infraestructura terrorista.
El establecimiento ilegal por parte de Hezbolá en el sur del país árabe se ha producido a pesar de que después de la Segunda Guerra del Líbano en 2006, tanto la ONU como el Gobierno libanés deberían haber impedido que el grupo terrorista formara una especie de Estado propio dentro de las fronteras del país de los cedros, algo que, claramente, no pudieron, o mejor dicho no quisieron, evitar.
El fortalecimiento de Hezbolá ha derivado en que el grupo terrorista se uniera a la guerra en Gaza, inmediatamente después de la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre. El grupo islamista libanés ha lanzado miles de misiles contra el norte de Israel, que han producido represalias limitadas del Estado judío contra objetivos de Hezbolá, que desde el comienzo del conflicto bélico ha perdido más de 200 terroristas.
El informe de la BBC muestra cómo la guerra de Hezbolá ha expulsado a los habitantes del sur del Líbano. De acuerdo con la emisora británica, más de 70 civiles han muerto y partes de la zona se han transformado en “ciudades fantasma” debido a que los residentes han huido de allí.
La BBC señala en su informe que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, por sus siglas en inglés) reportó que alrededor de 90.000 libaneses han abandonado el sur de su país y que 80.000 israelíes tuvieron que alejarse de la frontera norte de Israel por los ataques de Hezbolá y temen que el grupo terrorista intente replicar la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamás.
En su análisis, Frantzman destaca que el control ejercido por la organización terrorista en el sur del Líbano es tan fuerte, que incluso tiene amenazadas a las fuerzas de la ONU en el área, que si bien se encuentran allí con el objetivo de monitorear la región, se suelen movilizar solamente por determinadas carreteras en las que Hezbolá les permite transitar. De hecho, en diciembre de 2022 cinco terroristas del grupo islamista asesinaron a un soldado irlandés de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Por lo tanto, el autor aclara en su artículo que seguramente también los periodistas son vigilados por Hezbolá, razón por la cual sólo pueden mostrar lo que la organización terrorista quiere que se muestre, y la BBC no es la excepción.
Los ancianos libaneses extrañan la prosperidad y la diversidad del Líbano
La devastación en el sur del Líbano es particularmente dolorosa debido a que se trata de una región con una belleza propia de algunos de los mejores centros turísticos del mundo. El maravilloso paisaje, que combina hermosas montañas con un precioso mar, ha sido arruinado por Hezbolá, que ha convertido a la zona en una especie de campamento terrorista a cielo abierto.
Sin embargo, tal vez sin darse cuenta, la BBC muestra en su informe la forma en que Hezbolá ha arruinado al Líbano, especialmente el sur del país. De hecho, uno de los entrevistados, de 75 años, manifestó: “Estamos pagando el precio por todo esto”. Frantzman, con buen tino, se detiene en la declaración de este hombre, y no la analiza solamente en el marco de la guerra actual, sino que señala que el anciano había crecido en una época previa a la guerra civil libanesa, cuando el Líbano era un país próspero, agradable y diverso, donde convivían grandes comunidades de cristianos, musulmanes y drusos. Sin embargo, la llegada de una gran cantidad de palestinos generó que el terrorismo se adueñara del sur del país para atacar a Israel, tal como lo hizo Hezbolá décadas después.
Todo este caos derivó en una guerra civil que duró 15 años (1975-1990). Luego, Siria ocupó el país hasta 2005, cuando Hezbolá asesinó al exprimer ministro libanés Rafic Hariri.
Tras la Guerra del Líbano en 1982, Israel ocupó el sur del país árabe hasta el año 2000, con el fin de evitar que los terroristas (de la OLP y luego de Hezbolá) lanzaran ataques contra el norte del Estado judío. Sin embargo, la retirada del ejército hebreo no llevó paz a la región, sino que derivó en que Hezbolá se armara y lanzara una guerra contra Israel en 2006. El analista compara esta situación con la desconexión de Gaza en 2005, cuando el Gobierno del Estado judío decidió, unilateralmente, evacuar por la fuerza las comunidades israelíes en la Franja, con el fin de avanzar hacia la paz. No obstante, la decisión produjo el fortalecimiento de las organizaciones terroristas palestinas y más ataques contra Israel.
Los libaneses ancianos recuerdan una época en la que no eran rehenes de la OLP y luego de Hezbolá. Sin embargo, entienden que están pagando el precio por el accionar de estos grupos a los que no pueden oponerse. “Se perdió todo, la casa, las pertenencias y los autos. Pero regresaré tan pronto como pueda, incluso si tuviera que vivir allí en una tienda de campaña”, dijo el libanés de 75 años a la BBC.
En su artículo, Frantzman lamenta que los civiles del sur del Líbano estén sufriendo por una guerra sobre la que no tienen poder y estén secuestrados por un grupo que no pueden controlar y que se les ha impuesto por la ONU, las organizaciones internacionales y las potencias mundiales.
