Peterson, Rowling o Gaines: las personalidades que sufren la ira de la corrección política

El caso del psicólogo canadiense, a quien el Estado obliga a pasar por un curso de reeducación para no perder su licencia, pone en evidencia cómo salirse de las directrices de la agenda globalista puede costar la cancelación, ataques o agresiones.

Son varias las personalidades que han sido canceladas o que se ha intentado que lo fuesen debido a sus posiciones contrarias a la doctrina globalista. Las imposiciones culturales, raciales o de género se han convertido en objeto de controversia en los últimos tiempos. Sin embargo, lejos de alimentar el debate, son numerosos los casos de personalidades públicas que han sido objeto de escarnio por no plegarse al pensamiento teóricamente mayoritario.

Desde el ámbito académico al deporte, pasando por el mundo de la interpretación o el de la literatura, estas son algunas de las personalidades que han sido cancelados, agredidos o que corren peligro de hasta perder su empleo por no participar de esa corriente global.

Jordan B. Peterson

El doctor canadiense sufrió las consecuencias por ir en contra de la agenda globalista al referirse al intérprete trans Elliot Page como "una mujer trans que se identifica como hombre pero que antes respondía al nombre de Ellen Page". Esto le costó que cancelasen su cuenta de X (anteriormente Twitter). Otra plataforma que le censuró fue YouTube por su opinión sobre las vacunas. Pero la persecución ideológica contra el doctor Peterson y sus pensamientos no concluyeron ahí.

Lejos de echarse atrás, el reputado psicólogo presentó una alternativa que se contrapusiese al Foro Económico Mundial (WEF) y a la narrativa globalista que sostiene. Esta tendrá como objetivo "saber cómo conseguir energía y recursos al menor coste posible, lo más rápidamente posible, para el mayor número de personas en todo el mundo; adoptar una visión prohumana de la administración del planeta; proponer una visión en el frente de la política familiar para facilitar el fomento y el mantenimiento de parejas monógamas a largo plazo que se centren en los niños; y descubrir nuestra historia, concretamente en lo que se refiere al 'juego voluntario' en lugar de que gobierne 'el espíritu del poder'".

Jordan Peterson, profesor y psicólogo canadiense.
Jordan Peterson / Gage Skidmore-Flickr

Tras exponer sus opiniones en las redes sociales, el Colegio de Psicólogos de Ontario (CPO) le amenazó con retirarle su licencia de psicólogo debido a sus mensajes políticos contra la censura del Gobierno de Justin Trudeau. Se le exigió que se sometiese a un "programa de entrenamiento", con el objetivo de "revisar, reflexionar y mejorar su profesionalidad en declaraciones públicas". La respuesta del doctor Peterson fue emprender acciones legales contra el CPO. Finalmente, en agosto la Justicia canadiense deliberó que el doctor Peterson tiene que recibir una "capacitación en redes sociales".

J. K. Rowling

De su creatividad y su imaginación salió una de las series de libros más exitosas de la historia, cuya popularidad se disparó cuando se adaptó al cine. J. K. Rowling, autora de la saga Harry Potter, sufrió la cancelación por contestar a un artículo de opinión en el que se referían a las mujeres como "gente que menstrúa":

"Gente que menstrúa". Seguro que antes había una palabra para esa gente. Que alguien me ayude. ¿Wumben? ¿Wimpund? ¿Woomud? [en referencia a women, mujer en inglés] Opinión: Crear un mundo más igualitario para las personas que menstrúan después del covid-19.

J.K Rowling, escritora Harry Potter
(Cordon Press)

Por este comentario, un simple tuit, recibió agresivos calificativos como "pu**" o "feminazi". Rowling tuvo el apoyo de varias personalidades, como dos de los actores que pertenecieron al elenco de la saga cinematográfica de Harry Potter, Ralph Fiennes y Helena Bonham Carter.

En otra ocasión, Rowling fue crítica con varios intérpretes que apoyaron a la organización benéfica para niños transgénero Mermaids, de la cual se denunciaron sus conexiones con la pedofilia. Algo que también provocó la ira del lobby trans. La escritora llegó a asegurar que había algo "peligroso" detrás de este movimiento.

Jonathan Isaac

En 2020, los afines al ideario woke arremetieron contra el jugador de los Orlando Magic de la NBA por no arrodillarse ni vestir la camiseta del movimiento Black Lives Matter mientras sonaba el himno nacional antes de un partido. Pese a los ataques que sufrió, sus compañeros de equipo y su entrenador apoyaron su decisión.

Años después, en 2023, Jonathan Isaac creó una firma de ropa antiwoke. Unitus, como así la ha llamado, está fundamentada en los valores cristianos y patrióticos y explicó cuál fue la razón que le llevó a fundarla:

Unitus es una empresa de deportes y ropa, y la base de ella para mí es la libertad. Hay empresas que están en ese campo que han tomado la decisión consciente de atacar o socavar los valores cristianos, los valores conservadores y cosas por el estilo. Y creo que tienen la libertad de hacerlo, por mucho que yo no esté de acuerdo, pero creo que nosotros también tenemos la libertad de crear lo que queramos crear.

Jonathan Isaac, jugador de la NBA.
Jonathan Isaac / Cordon Press

En otra ocasión, fue objeto de numerosos ataques cuando criticó la decisión de las jugadoras de la selección nacional de fútbol que no quisieron cantar el himno ni se llevaron la mano al escudo durante el protocolo previo a un partido del Mundial femenino.

Riley Gaines

Sin movernos del ámbito deportivo, vamos ahora al caso de Riley Gaines. Esta nadadora del campeonato de natación de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) impulsó una corriente para la no participación de personas transgénero en los deportes femeninos después de ver cómo Lia Thomas, un nadador transgénero, le arrebataba títulos a ella y al resto de sus compañeras. Para ello, a Thomas le bastó simplemente decir que ya no era un hombre. Precisamente la natación es uno de los deportes más exigentes a nivel físico, por lo que, al ser un hombre anatómicamente superior a una mujer, tiene una amplía ventaja, tal y como han reconocido los organismos internacionales de este deporte.

La historia no acaba ahí porque, además, las nadadoras tenían que compartir vestuario con Thomas, que conserva su órgano reproductor masculino. Un caso que llegó al Congreso.

"A mis compañeras y a mí nos obligaban a desvestirnos en presencia de Liaun hombre biológico de 1,80 m de altura y con los genitales masculinos totalmente intactos, 18 veces por semana. Algunas chicas optaban por cambiarse en los lavabos y otras utilizaban el baño familiar para evitarlo. Cuando intentamos expresar nuestra preocupación al Departamento de Atletismo, nos dijeron que el hecho de que Lia nadara y estuviera en nuestro vestuario no era negociable y nos ofrecieron servicios psicológicos para intentar reeducarnos para que nos sintiéramos cómodas con la idea de desnudarnos delante de un varón", dijo Paula Scanlan, compañera de Gaines y Thomas.

El hecho de que Gaines impulsara esta oposición contra la participación de personas trans en deportes femeninos la llevó a recibir todo tipo de censura y de calificativos hacia su persona. La tacharon de homófoba e, incluso, llegó a recibir una agresión y el acoso del lobby LGBT.

La extenista Martina Navratilova; la exnadadora Donna de Varona, ganadora de un oro olímpico o la velocista Benita Fitzgerald Brown apoyaron a Gaines que, en otoño, inaugurará The Riley Gaines Center, un centro que tiene como finalidad "crear un movimiento para defender los deportes femeninos y los valores estadounidenses de sentido común".

Jim Caviezel y 'Sound of Freedom'

Nadie apostaba porque Sound of Freedom fuese a triunfar. Pero la taquilla respondió y la alzó al éxito. Esta película dirigida por Alejandro Monteverde y coproducida por el aspirante a la presidencia de México Eduardo Verástegui, narra la historia de Timothy Ballard -interpretado por Jim Caviezel-, un exagente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que salvó a cientos de niños del tráfico sexual infantil. Teniendo un presupuesto de 10 millones de dólares, en los dos meses que lleva en las salas de cine ha recaudado casi 200 millones de dólares.

El argumento tratado en la película, la pederastia, no sentó nada bien en determinados entornos y los medios de comunicación del establishment no tardaron en atacar la producción y su equipo. Muchos de ellos lo hicieron relacionando a Ballard con la teoría QAnon o con movimientos ultraderechistas. El filme ha sido objeto de cancelaciones. Hace apenas unos días, el Comando Sur decidió no emitir dos proyecciones previstas de Sound of Freedom en su sede situada en Florida.