Continúa el recuento de votos cuatro días después de celebradas las elecciones, y todavía habrá que esperar unos cuantos días más. Pero también es el momento de estudiar quién ha votado a uno u otro partido. Una información importante para los analistas electorales, pero también para los sociólogos.
CNN ha realizado una de esas encuestas a pie de urna que permiten conocer bien a los votantes. Está basada en 18.571 encuestas, segregadas por sexo, raza, edad, estatus económico y demás criterios. De todas las conclusiones de la macroencuesta, hay una que llama la atención, y es la diferencia entre hombres y mujeres, y la que hay entre solteros y casados.
Así, hombres y mujeres casados, que son conjuntamente el 60% de la población (30 más 30%), votan más al partido republicano que al demócrata. Los hombres casados votan en un 59% al Partido Republicano, y un 39% al Demócrata (R+20). Y las mujeres casadas, un 56% al GOP y un 42% a los demócratas (R+14). Los hombres solteros, que son el 16% de la población, también votan más al Partido Republicano (52%) que al Partido Demócrata (45%) (R+7).
Mujeres solteras
El otro grupo que queda es el de las mujeres solteras, que son el 23% de la población. Aquí se produce una ventaja del Partido Demócrata, y es enorme: Un 68% vota demócrata, por un 31% que vota republicano (D+37).
La diferencia en el comportamiento electoral entre hombres y mujeres se lleva observando un tiempo. Pero la diferencia se ha agrandado en los últimos años. Daniel Cox ha escrito un artículo en el que explica cuál ha sido esa evolución.
Se casan cada vez más tarde
Basándose en el Survey Center on American Life, del American Enterprise Institute, Cox explica que a comienzos del siglo, y hasta 2014, había una diferencia del entorno de 5 puntos entre las mujeres y los hombres jóvenes (de entre 18 y 29 años) que se definían como “progresistas”. Esa diferencia se ha agrandado, hasta rozar los 20 puntos.
Por otro lado, el porcentaje de mujeres menores de 30 años casadas ha pasado del 55% en 1972 hasta el 15% en 2021. Ambas tendencias tienden a reforzar la diferencia que hay en el comportamiento del voto entre las mujeres solteras y el resto.
