Paul Felix Lazarsfeld fue un sociólogo austríaco-norteamericano que dedicó gran parte de su carrera a estudiar las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Según sus hallazgos, quienes definen el resultado de una elección son los "cristalizadores", entendidos como el grupo de votantes que toma su decisión en los últimas semanas de campaña. Dentro de estos por supuestos conviven los votantes improbables, aquellos que ni siquiera estaban seguros de que iban a ir a votar hasta poco antes de acudir a las urnas. Precisamente, Donald Trump aventaja a Joe Biden entre estos últimos.
Así lo encontró una encuesta realizada por la Universidad de Suffolk/USA Today a 900 ciudadanos por vía telefónica. Dentro de los seleccionados, el 66 % aseguro que no era probable que fuera a votar, el 20 % indicó que era "poco probable" y el restante 14 % manifestó estar todavía "indeciso".
Estaban divididos por regiones, por espectro político y por edad, lo que resultó en un grupo representativo de buena parte del territorio nacional.
Cuando se les consultó por quién votarían, o por quién tendrían mayor inclinación a hacerlo, el 32 % eligió el nombre de Trump, mientras que el 13 % prefirió a Biden. Además, el 33 % dijo que optaría por otros candidatos si tuviera la oportunidad.
En cuanto a la popularidad de los dos favoritos a quedarse con las nominaciones de sus respectivos partidos, el republicano volvió a sacar ventaja. El 27 % de los encuestados veía con buenos ojos al expresidente, al mismo tiempo que solo el 23 % aprobaba al actual mandatario. La situación se repitió cuando midieron el grado de rechazo de ambos. El 52 % tenía una opinión desfavorable del demócrata, lo que contrasta con el 49 % de su potencial rival según las encuestas.
Por último, se les preguntó a los encuestados quién sería esa persona que probablemente los haga salir de casa para votar en noviembre del 2024. En este campo, el 8 % se inclinó por Trump, mientras que el 1,5 % por Biden.
