Los grupos terroristas palestinos llaman a convertir el Ramadán en un "mes de terror" mientras Kamala Harris vuelve a reclamar una tregua

La vicepresidente exige a Israel a facilitar la ayuda humanitaria a los palestinos y a Hamás a aceptar el acuerdo promovido por EEUU para liberar a los rehenes y frenar los combates durante seis semanas.

La Yihad Islámica Palestina se sumó a Hamás para llamar a convertir el Ramadán en un "mes de terror" contra Israel, y pidió una escalada en los ataques de sus seguidores contra objetivos judíos en Gaza y el margen occidental. Además, el portavoz de las Brigadas Al Quds reclamó a los países árabes vecinos y a los grupos terroristas proiraníes de la región  que "sigan unificando" escenarios y frentes contra Israel. Mientras tanto, la vicepresidenta Kamala Harris, ignorando estas amenazas, volvió a reclamar un "alto el fuego inmediato".

Llamamiento a los países árabes "con ejércitos, aviones y cañones"

En declaraciones recogidas por The Jerusalem Post, el grupo terrorista pidió a los países árabes que "no se queden atrás en la batalla dirigida por los héroes de la resistencia en la Franja de Gaza, en nombre de la nación islámica, especialmente aquellos que poseen ejércitos, aviones y cañones. ¿No es hora de que levantéis las armas como los pueblos libres de Yemen, Líbano e Irak? ¿No es hora de que os quitéis la vestimenta de esclavitud y humillación a Estados Unidos, el Gran Satán, y sigáis el ejemplo de los honorables?".

Además, Hamza señaló como objetivos "los puestos de control militar de la ocupación" y reclamó acciones para "cortar el camino a los colonos". El objetivo es que el primer día del Ramadán se convierta en un "día internacional de apoyo a Gaza y de movilización en todos los ámbitos". El mes santo para los musulmanes ha sido utilizado históricamente por los terroristas para aumentar los atentados, y los terroristas quieren que éste, en medio de la prolongada ofensiva israelí contra los terroristas, sea especialmente violento: "Estamos seguros de que el cuerpo único de la nación hará lo imposible y convertirá el mes de Ramadán en días históricos para lavar la vergüenza y amenazar la existencia de la entidad enemiga israelí y la arrogancia mundial".

Kamala Harris reparte culpas entre Israel y Hamás

Desde EEUU, la Administración volvió a hacer un llamamiento a ambas partes a aceptar un alto el fuego de seis semanas a cambio de la liberación de rehenes. La vicepresidenta Harris, en un discurso en el que repartió culpas entre Israel y los terroristas. Harris lamentó el sufrimiento de "inocentes civiles palestinos" e indicó que el Gobierno de Netanyahu "debe hacer más para aumentar significativamente el flujo de ayuda. Sin excusas. Deben abrir nuevos pasos fronterizos. No deben imponer restricciones innecesarias a la entrega de ayuda. Deben garantizar que el personal humanitario, los emplazamientos y los convoyes no son un objetivo. Y deben trabajar para restablecer los servicios básicos y promover el orden en Gaza para que más alimentos, agua y combustible puedan llegar a los necesitados".

No obstante, la número dos del Gobierno Biden defendió el derecho de Israel a defenderse tras el brutal ataque del 7 de octubre y advirtió de que "Hamás no puede seguir controlando Gaza. Hamás es una organización terrorista brutal que ha prometido repetir el 7 de octubre una y otra vez hasta que Israel sea aniquilado". Harris exigió al grupo terrorista  que acepte el acuerdo presentado por el Ejecutivo estadounidense:

Lo repetiré: La amenaza de - Hamás representa para el pueblo de Israel debe ser eliminada. Y dada la inmensa escala de sufrimiento en Gaza, debe haber un alto el fuego inmediato - durante al menos las próximas seis semanas, que es lo que está actualmente sobre la mesa. Esto sacará a los rehenes y hará que entre una cantidad significativa de ayuda. Esto nos permitiría construir algo más duradero para garantizar que Israel sea más seguro y respetar el derecho del pueblo palestino a la dignidad, la libertad y la autodeterminación. Hamás afirma que quiere un alto el fuego. Pues bien, hay un acuerdo sobre la mesa. Y como hemos dicho, Hamás tiene que aceptar ese acuerdo.