Los sobrevivientes israelíes que fueron secuestrados por Hamás el 7 de octubre están relatando como el grupo terrorista torturó y abusó sexualmente de los rehenes que permanecen cautivos en Gaza.
La sobreviviente Chen Goldstein-Almog, de 48 años, vio como Hamás mató a su esposo y a su hija mayor antes de secuestrarla junto con tres de sus hijos, Agam 17, Gal 11 y Tal 9.
En total, la familia Goldstein-Almog pasó 51 días en cautiverio hasta que, finalmente, obtuvieron su libertad producto del acuerdo de alto el fuego temporal que luego Hamás violó.
En conversación con el periódico New York Sun, la madre de los tres jóvenes supervivientes reveló que muchas de las jóvenes israelíes que fueron y son prisioneras de Hamás sufrieron abusos sexuales de forma sistemática.
“Los captores aprovecharon los momentos de vulnerabilidad de las niñas. Cuando las niñas estaban tristes, lloraban y añoraban, sus captores las acariciaban y tocaban en sus partes más íntimas”, relata la señora Goldstein-Almog.
“Describieron relatos aún más duros de abuso sexual a punta de pistola”, detalló. “Este abuso sexual ocurrió con regularidad, no sólo el día en que fueron secuestrados”.
Goldstein-Almog luego alertó sobre la gravedad de las lesiones físicas que presentan el resto de los rehenes que permanece en Gaza, especialmente las jóvenes.
“Algunas de las niñas resultaron gravemente heridas y no recibieron la atención médica adecuada”, denunció. “Heridas de bala, incluso pérdida de miembros que los dejaron parcialmente discapacitados. Dijeron que pueden afrontar la discapacidad pero no la forma en que fueron violados constantemente. Fue muy difícil escuchar esto”.
Asimismo, para culminar, la superviviente dijo que la vida de las rehenes corre peligro si no son liberadas pronto.
“Cuando nos fuimos, las chicas estaban juntas. No sabemos si desde entonces han sido separados. Eso fue hace 50 días. Tráelos a casa ahora”.
Los rehenes que permanecen en Gaza, debido a que Hamás rompió con la tregua y las negociaciones de intercambio, ya se adentraron en el periodo de los segundos cien días de secuestro tras los fatídicos ataques del 7 de octubre.
La hija de Goldstein-Almog, Agam, en su momento ya había dicho que sintió el miedo constante de que en cualquier instante podía ser torturada o violada, como les ocurrió a otras prisioneras.
Aviva Siegal, otra rehén que sobrevivió al secuestro de Hamás, testificó ante el Parlamento de Israel y relató uno de los casos de los abusos sexuales cometidos por el grupo terrorista contra una las jóvenes israelíes.
“Vi que estaba retraída, tranquila y no era ella misma”, dijo Siegal, de 64 años, que todavía espera el regreso a casa de su marido Keith, quien sigue cautivo en Gaza.
“Y –perdón por mi lenguaje– pero este hijo de put* la había tocado. Y ni siquiera me dejó abrazarla después de que pasó. Es terrible, simplemente terrible. Le dije que lo sentía”, continuó Siegal, quien después detalló como otra rehén, que aparentemente pertenecía a las Fuerzas de Defensa de Israel, había sido torturada.
“La torturaron a mi lado. Y fui testigo de ello. Fui testigo de lo que pasó allí. Lo que está sucediendo allí es simplemente una catástrofe. No puede continuar”.
