La Universidad de Columbia cancela la ceremonia de graduación por las protestas antisemitas

La dirección se vio obligada a tomar esta decisión para mantener la seguridad y el respeto de todos.

A raíz de las protestas violentas producidas en la Universidad de Columbia y las amenazas vertidas por los allí concentrados, la institución educativa decidió cancelar la ceremonia de graduación, el evento más importante de cada curso. En su lugar, realizará una serie de actos a los que asistirán un número muy inferior de personas.

"Nuestros estudiantes que se gradúan, sus familias y sus seres queridos están muy concentrados en nuestras próximas celebraciones de graduación. Nosotros también lo estamos. Estamos decididos a ofrecer a nuestros estudiantes la celebración que se merecen y que desean. Nuestros decanos y otros colegas que trabajan directamente con nuestros estudiantes han estado discutiendo los planes con los líderes estudiantiles y, lo que es más importante, escuchando", escribió la universidad en un comunicado, comenzando así a explicar los motivos que la empujaron a tomar esta decisión. "Basándonos en sus comentarios, hemos decidido que la pieza central de nuestras actividades de graduación sean los Class Days y las ceremonias a nivel de centro, en las que se honra a los estudiantes individualmente junto a sus compañeros, en lugar de la ceremonia de toda la Universidad prevista para el 15 de mayo".

Asimismo, la dirección de la Universidad de Columbia confirmó que tuvo que reubicar las reducidas ceremonias que harán a otras instalaciones para "mantenerlas seguras, respetuosas y sin contratiempos". "Ya se están realizando grandes esfuerzos para alcanzar ese objetivo, y entendemos que los decanos y los equipos de los colegios están deseando trabajar con sus alumnos para incorporar las ideas más creativas y significativas para celebrar este extraordinario momento", añadió.

Columbia ha sido una de las universidades donde mayores problemas ha habido desde que comenzaron las protestas contra Israel en los centros universitarios más importantes del país. Tal fue la magnitud de la violencia que varios de los allí concentrados llegaron a irrumpir en uno de los edificios y se atrincheraron en él. Al margen, proclamaron varias afirmaciones, como que si las autoridades accedían habría un baño de sangre.

Las violentas protestas hicieron que la presidente de la Universidad de Columbia, Minouche Shafik, emitiese unas declaraciones con las que aseguró que los manifestantes "cruzaron una línea", además de señalar que fueron "las dos semanas más difíciles de la historia de la institución".