La crisis fronteriza de los Estados Unidos no parece tener intenciones de detenerse. Por ejemplo, para intentar contrarrestarla, Texas promulgó una ley que permite que las autoridades locales arresten a los inmigrantes ilegales, que están cruzando la frontera sur en números racord, lo que hace que el trabajo de la Patrulla Fronteriza sea cada vez más difícil, y así lo confirmó el comisionado interino de la agencia.
Troy A. Miller, quien está a cargo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP), aseguró que "los niveles de encuentro que estamos viendo actualmente a través de la frontera suroeste suponen un serio reto para los hombres y mujeres de [Aduanas y Protección de Fronteras]", lo que hace que los recursos de la agencia sean cada vez menos suficientes.
Además de pedirle al Congreso más fondos para hacer frente a las nuevas metodologías del contrabando de personas, señaló que los contrabandistas están "poniendo temerariamente a los migrantes en peligro: en lugares remotos a través de la frontera, en la parte superior de los trenes o en las aguas del río Grande".
Actualmente, la cantidad de migrantes en la frontera es tal, que la CBP se encuentra reclutando personal de otros puertos de entrada para patrullar el territorio.
Por ejemplo, según informó Voz Media, los 3.600 agendes de la Patrulla Fronteriza de Tucson (Arizona) tuvieron que lidiar con más de 58.000 encuentros durante el mes de noviembre.
En efecto, de acuerdo con los datos oficiales, Tucson fue el sector de la frontera sur que más inmigrantes ilegales detuvo durante el año fiscal 2024. Solo en este sector, octubre fue testigo de 55.224 encuentros, 17.000 más que en Del Río, el segundo sector más afectado, y casi 23.000 más que en Rio Grande, el tercero. Es más, las aprehensiones en este territorio supusieron el 30% del total de la frontera sur.
