La guerra de Israel divide al Partido Demócrata

La congresista Rashida Tlaib critica la posición pro israelí del presidente: "Biden, apoya un alto el fuego ahora o no cuentes con nosotros en 2024". Congresistas, senadores y fiscales demócratas salen a su cruce, señalando que su pedido de crear un Estado palestino "del río al mar" significa eliminar a Israel.

¿Debe Estados Unidos convocar un alto el fuego -o una "pausa"- en la guerra de Israel? ¿Hay que condenar a Hamás? ¿"Ocupación" israelí o ataque injustificable de un grupo terrorista? La posición de la Administración, de momento, es homogénea, aunque ambigua, frente a varias de estas preguntas: repudio a Hamás, que debe ser eliminado, apoyo a Israel y llamado a una "pausa" humanitaria.

Entre las filas azules, sin embargo, estos interrogantes dividen a la formación en campos cada vez más enfrentados, como demuestran las recientes declaraciones del expresidente Barack Obama y el senador Bernie Sanders. El político de Vermont fue el último en dar su opinión, al pronunciar unas palabras que sorprendieron a no pocos en la izquierda:

No sé cómo se puede tener un alto el fuego permanente con una organización como Hamás, que se dedica a la agitación y el caos y a destruir el Estado de Israel. Creo que lo que los países árabes de la región entienden que Hamás tiene que irse.

El político veterano describió la guerra como un "espectáculo del horror" y defendió el envío de ayuda humanitaria a Gaza. Pidió, asimismo, no reducir el conflicto a eslóganes maniqueístas, ya que "se trata de una cuestión compleja". Con esas declaraciones durante una entrevista televisiva, Sanders contestó a la congresista demócrata por Michigan Rashida Tlaib, que en un video publicado el viernes llamó a un alto el fuego e increpó a Biden por su apoyo a Israel.

"El pueblo estadounidense no está con usted", le dijo Tlaib al presidente, al que llegó a acusar de patrocinar "el genocidio de los palestinos". En la grabación de un minuto y medio -que cuenta con imágenes de marchas pro Palestina, en las que se pueden oír cánticos anti Israel como "la ocupación tiene que terminar", "no hay paz posible en tierra robada" y "desde el río hasta el mar"-, la integrante del Squad amenazó a Biden con retirarle el respaldo para las elecciones presidenciales del año próximo (y quizás, incluso, con hacer campaña en su contra):

El pueblo americano no olvidará. Biden, apoya un alto el fuego ahora. O no cuentes con nosotros en 2024.

Demócratas contra Tlaib

La demócrata de orígenes palestinos luego creyó necesario aclara el uso del lema "del río al mar", que aparece en el video. "Es un llamamiento a la libertad, los derechos humanos y la coexistencia pacífica, no a la muerte, la destrucción o el odio", escribió luego. La frase, sin embargo, hace referencia al territorio entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, entre los cuales se encuentra Israel -además de la Franja y la Margen Occidental-. Como explicó la organización StopAntisemitism:

"Del río al mar" se refiere al borrado total del Estado judío, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo. También es el grito de guerra de Hamás, un grupo terrorista salvaje. Tlaib se hace eco de los terroristas.

Lo mismo salieron a aclararle los demócratas Debbie Wasserman Schultz, congresista por Florida, y Jeremy Moss, senador estatal de Michigan:

Esta frase significa erradicar Israel y a los judíos. Y punto. Disfrazarlo con una nueva estratagema de relaciones públicas no cambiará eso. Sólo la devolución de los rehenes, la eliminación de Hamás y la liberación de Gaza del terror opresor salvarán vidas civiles y garantizarán la paz, la justicia y la dignidad que buscan. 

No es así como los judíos ven la frase "del río al mar". No es así como Hamás ve la frase "del río al mar". Hamás la utiliza como un grito de guerra. Y no quieren simplemente desplazar a los judíos en Israel. Quieren la muerte de los judíos.

El representante azul Noah Arbit y la fiscal general de Michigan Dana Nessel también salieron al cruce de Tlaib:

Resulta inquietante y enfurecedor que las comunidades judías de Southfield, Franklin, Bingham Farms, Beverly Hills y más allá estén representadas por alguien que adopta al por mayor la petición de que el Estado de Israel sea borrado del mapa, lo que supondría la eliminación de 8 millones de judíos.

Rashida Tlaib, te he apoyado y defendido en innumerables ocasiones, incluso cuando has dicho lo indefendible, porque creía que eras una buena persona cuyo corazón estaba en el lugar correcto.

Pero esto es tan hiriente para tantas personas. Por favor, retira este comentario cruel y odioso.

Obama: "ocupación" y "nadie tiene las manos limpias"

En la fragmentada posición del Partido Demócrata sobre la guerra, no faltó la opinión del expresidente Barack Obama. En el pódcast Pod Save América, Obama calificó los atentados de Hamás del 7 de octubre de "horrorosos" y sostuvo que no existe "justificación posible".

Sin embargo, como parte de su llamado a reconocer la "complejidad" del conflicto, añadió después que "la ocupación y lo que está ocurriendo a los palestinos es insoportable". Luego sostuvo que "hay que admitir que nadie tiene las manos limpias". "Que todos somos cómplices hasta cierto punto".

¿Llegar a las manos?

La tensión en el Partido Demócrata por la guerra en Israel alcanzó tal punto de ebullición que, el viernes, el representante por Indiana André Carson retó a su par por New Jersey Josh Gottheimer a pelear.

"Si quiere parecer un tipo duro, un gánster, podemos arreglarlo como caballeros o podemos dedicarnos a otra cosa", dijo Carson a CNN tras describir a Gottheimer como un "cobarde" y un "punk" que se estaba comportando de una forma demasiado "emocional" para su cargo.

Carson estaba respondiendo a las críticas de Gottheimer a los demócratas que votaron en contra de una resolución para apoyar a Israel. "Son despreciables y no representan a nuestro partido", opinó sobre los 15 miembros de su partido que se opusieron a la medida.

La cúpula de la formación anunció luego una reunión entre los representantes. El propio Gottheimer intentó distender la situación comprometiéndose a hablar con quienes no compartan su opinión.