La candidatura no le sienta bien a Donald Trump

Desde que anunciara su intención de presentarse a las elecciones de 2024, el ex presidente acumula críticas y reveses judiciales y electorales.

Desde que anunció su candidatura a la Casa Blanca en 2024, la vida no está siendo fácil para Donald Trump. En lo político, el ex presidente se encontró con las críticas y el cuestionamiento del establishment republicano, además de ver como varias encuestas ponen por delante de él al gobernador de Florida, Ron DeSantis. Desde el 15 de noviembre también crecieron sus problemas con la Justicia, incluyendo el nombramiento de un fiscal especial para llevar el caso de los papeles de Mar-a-Lago y parte de su posible implicación en el asalto al capitolio del 6 de enero. Tampoco han ayudado sus encuentros con conocidos antisemitas o sus propias declaraciones.

Aunque en el Partido Republicano muchos aún ven en Trump a un referente capaz de devolverles a la Casa Blanca, han sido más notorias las voces que han cuestionado su decisión. Colaboradores durante su gobierno como el ex vicepresidente Mike Pence o el ex secretario de Defensa, Mark Esper, fueron especialmente críticos. Esper llegó a decir que el ex presidente "es un gran activo para el Partido Demócrata". No han sido los únicos que incluso han señalado las apariciones del magnate en la recta final como una de las principales causas de los decepcionantes resultados de los conservadores en las midterms.

Ron DeSantis, por delante en las encuestas

La derrota de Herschel Walker, otro de los candidatos respaldados por Trump, en la carrera por el Senado en Georgia el pasado martes ha reforzado esta posición. Además de al rechazo conocido de los líderes del partido en ambas cámaras, Kevin McCarthy y Mitch McConnell, senadores como John Cornyn o John Thune, en declaraciones a The Washington Post, acusaron al expresidente de hacer daño al partido. Cornyn llegó a decir que "incluso si captas a todos los votantes de Trump, puedes ser capaz de ganar unas primarias, pero no necesariamente vas a ganar unas elecciones generales. Y en este negocio, tienes que ganar unas elecciones antes de gobernar de verdad". Thune, como hicieran en su día Pence o Esper, pidieron un nuevo liderazgo de cara a 2024. Incluso "un nuevo mensaje".

Los ataques del ex presidente a Ron DeSantis en la víspera de las elecciones, y de nuevo tras conocerse los resultados, también generaron incredulidad e incertidumbre entre los votantes del GOP. El gobernador de Florida fue el gran ganador entre los conservadores en las midterms y su nombre es uno de los que suena con más fuerza para encabezar el cartel electoral republicano de cara a 2024. Lejos de caer en las provocaciones, DeSantis ha dejado pasar el tiempo, y, aunque esta semana ha lanzado algún guiño sobre su posible intención de plantar cara al magnate en las primarias, no ha respondido. Sí lo han hecho en su nombre las encuestas, que señalan que el gobernador es el preferido de los votantes republicanos para optar a las presidenciales de 2024.

Nuevas denuncias en su contra

En el frente judicial, desde que anunció su candidatura se le acumulan los reveses y las nuevas denuncias. Como consecuencia directa de su entrada en la carrera electoral, el fiscal general Merrick Garland nombró a Jack Smith como fiscal especial para los casos de los documentos clasificados de Mar-a-Lago y sobre su presunta participación en el asalto al Capitolio de 2021. Según los expertos, la interposición de un cargo casi totalmente independiente del Departamento de Justicia busca principalmente "despolitizar" las conclusiones que Smith presente tras estudiar los casos. No obstante, Smith es un viejo conocido del Partido Republicano, puesto que fue alto cargo durante el mandato de Barack Obama y su gestión quedó marcada por sus investigaciones a políticos conservadores.

El pasado martes, un jurado de Nueva York encontró culpable de fraude fiscal y otros delitos a la empresa inmobiliaria del expresidente. Aunque Trump no estaba acusado personalmente de ninguno de los 17 cargos, los fiscales quisieron señalarle como cómplice. Además, el mismo Trump y sus hijos afrontan en esta ciudad un caso mucho más peliagudo y cuyas consecuencias, de ser encontrados culpables, serían mucho más perniciosas para sus negocios. El fiscal general de Nueva York, Alvin Bragg les acusa de inflar exageradamente el valor de la compañía. Si son condenados, podrían incluso ser inhabilitados para realizar negocios en la ciudad.

Reviven viejas acusaciones

El mismo Bragg se estaría preparando, según The Intercept, para reavivar el caso de los pagos del equipo de Donald Trump durante la campaña presidencial de 2016 a una estrella de cine porno a cambio de comprar su silencio sobre un presunto affair entre ambos. También Jean Carroll volvió a denunciar al expresidente años después. La escritora, que acusó a Trump de violarla a mediados de los 90, le había demandado por difamación, tras negar Trump el incidente señalando que Carroll "no es mi tipo". La denuncia original se encuentra atascada, al realizarse mientras Trump era presidente y argumentar éste que actuaba como tal cuando realizó esos comentarios.

El pasado miércoles tuvo lugar una vista en un tribunal federal de apelaciones sobre si la inmunidad presidencial de Trump incluye las acusaciones por las declaraciones que él mismo realizó durante el 6 de enero de 2021. Un juez de distrito ya falló en su contra en febrero sobre las tres denuncias presentadas por policías presentes en el Capitolio ese día y representantes demócratas.

Por si fuera poco, el Tribunal Supremo dio la razón al Comité de Medios y Arbitrios, controlado por los demócratas, y les permitió acceder a las declaraciones fiscales de las empresas de Trump durante los últimos años.  Las maniobras legales del ex presidente para dilatar las investigaciones sobre los papeles de Mar-a-Lago también fueron rechazadas la semana pasada.

Publicaciones y Polémicas

Para cerrar el círculo, los últimos movimientos y declaraciones de Donald Trump están contribuyendo a poner al magnate en la diana. Una cena en su mansión con el artista antes conocido como Kanye West, tras los exabruptos antisemitas del rapero, y con el conocido antisemita Nick Fuentes, provocó una avalancha de críticas de sus correligionarios, encabezados por el senador Mitt Romney. El candidato perdedor en 2012 acusó a Trump de estar siempre dispuesto a "degradarse a sí mismo". El ex presidente aseguró que Fuentes apareció junto con West sin haber sido invitado por su parte.

Tampoco le ayudó una publicación en su plataforma Truth Social sobre anular los resultados de las elecciones de 2020 para declararse ganador o celebrar unas nuevas elecciones: "Un Fraude Masivo de este tipo y magnitud permite la terminación de todas las normas, reglamentos y artículos, incluso los que se encuentran en la Constitución". Ante las réplicas de los líderes conservadores, Trump acabó denunciando ser víctima de una fake new. "Las Noticias Falsas están realmente tratando de convencer al Pueblo Americano de que yo dije que quería 'terminar' con la Constitución. Esto es simplemente más DESINFORMACIÓN Y MENTIRAS", escribió en la misma red social.