Juan Guaidó huye a pie a Colombia

El ex presidente encargado de Venezuela asegura que quiere participar en la cumbre sobre Venezuela que comienza el martes en el país vecino.

El que fuera presidente encargado de Venezuela hasta el pasado 23 de diciembre, Juan Guaidó, llegó este lunes a pie a Colombia como él muy bien dice en sus redes sociales de "la misma forma en que lo han hecho millones de venezolanos antes que yo". El dictador venezolano, Nicolás Maduro, había elevado las amenazas contra él y algunos rumores lo situaban refugiado en la Embajada de Francia en Caracas, tal y como hizo su compañero de filas y mentor político, Leopoldo López, en la legación española. Después de una dura disputa con otros líderes de la oposición, la mayoría votó el pasado diciembre su cese como presidente encargado, aunque él asegura que la ley le permite seguir un nuevo mandato, "hasta que acabe la usurpación del Gobierno por parte de Maduro".

El hombre que desafío a la dictadura chavista durante más de cuatro años, en los que aguantó insultos, persecuciones y amenazas de todo tipo, no cae solamente por la falta de apoyo de la misma oposición. Se va de Venezuela sobre todo por la falta de apoyo político del presidente norteamericano Joe Biden. Aunque de puertas para afuera, Washington continúa sosteniendo a la resistencia antichavista y a un Gobierno interino que devuelva la democracia al país, lo cierto es que desde que Donald Trump dejó la Presidencia, la presión política de los demócratas sobre Maduro perdió fuerza. Y se debilitó aún mucho más desde que estalló la guerra en Ucrania, cuando Washington y París empezaron a tantear a Nicolás Maduro y al petróleo venezolano como forma de paliar la crisis energética mundial.

"Quieren callar mi voz y eso es algo que no van a conseguir", subraya Guaidó a través de las redes sociales. "He viajado a Colombia en el marco de la cumbre sobre Venezuela patrocinada por el presidente Petro", dice el ex presidente encargado al tiempo que pide reunirse con las delegaciones internacionales. Maduro, cada vez más tranquilo y con el telón de la escena internacional a punto de abrirse para que él actúe, había organizado su captura aprovechando la operación contra la corrupción lanzada hace un par de semanas y que acabó también con la figura de Tareck el Aissami. La dictadura chavista quería presentar a Juan Guaidó como otro corrupto más. Ya dijo Maduro hace unos años que Guaidó caería. Hasta el momento el dictador venezolano está ganando la partida y parece sentirse tan cómodo y seguro que ha colocado a su hijo, Nicolasito, como el hombre fuerte que dirige la economía del país.